El tradicional cierre de actividades se realizó ayer en la Costanera de Posadas y contó con la participación de cerca de 450 expositores. La meta para el año próximo es continuar creciendo y lograr insertarse en el mercado nacional. La creatividad y el empuje misionero sigue dando frutos en la red que contiene microempresarios de toda la provincia.
El tradicional festival de cierre anual de la marca Hecho en Misiones en su quinta edición se realizó ayer en la Costanera de Posadas. La red de emprendedores que comenzó en 2008 con cerca de 100 socios, hoy alcanza a más de 1.100 y la meta para el 2012 es lograr ingresar al mercado nacional. Diversas factorías de microempresarios muestran con ingenio y vanguardia la producción “de Misiones para el mundo”.
Mauricio Bertolucio, responsable comercial de la marca e integrante del área Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia destacó la participación de cerca de 450 emprendedores de distintos puntos de Misiones en la expo de ayer. Asimismo consideró que este año se pudo consolidar el trabajo en Misiones y además se llevó la marca a encuentros como Caminos y Sabores o Tecnópolis, ambos realizados en Buenos Aires.
“En 2008 cuando comenzamos el Hecho en Misiones contábamos con cerca de 100 emprendedores y hoy ya son 1.100. Muchos han logrado un crecimiento exponencial y también el trabajo en red ha generado sus frutos. Hay microempresarios que están trabajando muy bien e inclusive exportando sus productos. Sin dudas el año entrante la meta es el mercado nacional y creemos que los cimientos son muy buenos para lograrlo”, señaló.
Gustavo Monzón junto a su esposa Marcela lideran el emprendimiento de confección de mates de cuero y porongos. “La verdad es que trabajamos muy bien tanto con los turistas como con los clientes locales que siempre buscan nuestros productos”, sostuvo Gustavo. En ese sentido valoró la posibilidad de trabajar bajo la marca Hecho en Misiones y la cordialidad existente entre sus pares emprendedores.
De su lado Florinda Joner, propietaria de una mini fábrica textil de Montecarlo destacó la oportunidad comercial que significa participar de este tipo de encuentros.
Contó que su objetivo inmediato es lograr instalar un taller en su casa con ayudantes dado que la gran demanda de indumentaria “supera su capacidad de producción”.
