Ayer llegaron a Oberá 21 de los más de 60 misioneros que eran esclavizados en una plantación de arándanos en la localidad de San Andrés de Giles, en Buenos Aires.
De las 95 personas que fueron liberadas de la plantación, 60 son de Misiones, confirmó el ministerio de Derechos Humanos de Misiones, que le dará contención hasta que se los ubique con casas y se les gestione fuentes laborales o beneficios sociales.
En la plantación, donde estaban amenazados por armas de fuego, había al menos once menores, de los cuales por lo menos uno es de Misiones, un joven de 17 años que está en situación de calle y no tendría familiares que se hagan cargo.
El juez a cargo de la causa les tomó testimonio a una veintena de misioneros el viernes y les dio las garantías para que vengan a Oberá, de dónde son oriundos la mayoría.
Hasta que se los logre ubicar, Derechos Humanos les dará casa y comida y mañana se reunirán funcionarios de esa cartera con los de Desarrollo Social para ver cómo se les brinda contención. Todavía resta definir cuándo llegarán a la provincia el resto de los misioneros que fueron llevados engañados y eran obligados a trabajar bajo amenazas de armas de fuego en la plantación de arándanos.
En tanto, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, repudió “cualquier tipo de trabajo esclavo y de menores”.
“Desde CARBAP solicitamos a las autoridades que efectúe todas las inspecciones necesarias realizando las denuncias respectivas”, señala un documento de la entidad, en el que además instaron al Poder Judicial que aplique las leyes con la máxima severidad para estos casos.
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