La producción textil y la posibilidad de echar a volar la imaginación con diseños innovadores se suman a la pronta salida laboral. Los alumnos de la EPET Nº 2 cuentan sus historias tras el espectacular desfile de modas.
El fuerte impulso que Nación le dio en los últimos años a las escuelas técnicas va dando frutos y muestra de ello fue el espectacular desfile de fin de año que realizaron días atrás los alumnos de la Escuela Provincial de Educación Técnica Nº 2 de Posadas. La producción de indumentaria y la posibilidad de echar a volar la imaginación con diseños innovadores son un plus que se suma la pronta salida laboral de los egresados. Por gusto, conveniencia o proyección de negocios propios, los jóvenes valoran la formación que reciben y las posibilidades concretas de crecimiento a futuro.
Visión de futuro
Con diseños exclusivos y ropa hecha a medida las chicas y chicos que hoy cursan los talleres de la EPET N 2 cuentan cómo obtienen ganancias y se forman en un oficio que en sus primeros pasos ya muestra les permite solventar sus actividades. Agudizan su observación a la hora de adquirir una prenda de vestir y son capaces de reproducir el modelo que deseen eligiendo desde el género hasta los detalles más finos.
Andrea Cabrera es estudiante del segundo Polimodal y contó que si bien el desfile se presenta como trabajo final de la materia, la confección de indumentaria se realiza durante todo el año. Así aprenden sus primeros pasos utilizando máquinas familiares, collareta, overlock, cortadoras industriales y hasta una máquina de bordado industrial de dos cabezales. Su sueño es poder continuar la tecnicatura en Diseño de Moda y Producción de Indumentaria y hoy ya con su saber, ofrece sus servicios de “modista” a los vecinos de su barrio. Similar historia es la de su compañera Fabiana Claro, quien buscará, al finalizar su formación, poder continuar estudiando en Buenos Aires. También sueña con su propia empresa y confía en que está frente a la profesión que más le gusta para ganarse la vida. En el caso de Gimena Blanco, cuya familia se dedica a la tapicería, la elección de la escuela fue clave ya desde el inicio de su adolescencia, dado que desde entonces tiene en claro que su meta es poder convertirse en una exitosa empresaria textil. Su historia es similar a la de Paola Benítes quien hoy destaca la excelente salida laboral que tienen todos los egresados.
Todo a la venta
Las prendas que se exhibieron en el desfile estarán a la venta en la institución desde la semana próxima. Así lo confirmaron las alumnas del tercero Polimodal, Eliana Reimann y Gisela Acosta. Si bien ambas optaron por estudiar abogacía y medicina respectivamente, valoran su formación y la posibilidad de contar con una herramienta que les será útil «para toda la vida». «La Plata de la venta de las prendas a la cooperadora que el año entrante financia a los chicos que no pueden costearse los materiales. Nuestra modalidad es única en el país y por ello se han aprobado numerosos proyectos que son financiados desde el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET)», dijo. De su lado la profesora Marta Lacheski sostuvo que el impulso a las escuelas técnicas en los últimos años hizo crecer la matrícula y forzó a la apertura de nuevas aulas. Contó que además la escuela ofrece cursos de formación profesional de bordado artesanal y confección de vestidos, como una opción más para las personas que deseen aprender sobre el arte «del buen vestir».
