La comunidad católica de la diócesis de Posadas reafirmó su compromiso en defensa de la vida durante su tradicional peregrinación a Loreto. Bajo el lema “Este es el árbol de la Cruz, este es el árbol de la vida”, más de 1.300 personas partieron el sábado a las 18 desde la parroquia de Fátima, en peregrinación hacia el centro de espiritualidad de Loreto. Lamentó que «en los medios se presentan muchos signos de muerte como la fragmentación, el consumismo, que tratan a la gente como objeto de consumo, para comprar y vender, nosotros creemos en el amor como acto de donar la vida, como propuesta del lema de esta peregrinación, que se renueva en cada Eucaristía, en cada Pascua», expresó en su homilía el obispo Juan Rubén Martínez.
Desde distintos puntos de la Diócesis de Posadas se reunieron más de 3000 personas para rezar juntas en la misa que a las 9 presidió monseñor Juan Rubén Martínez ayer domingo, en la cual concelebraron todos los sacerdotes diocesanos al pie de la estatua de la Virgen de Loreto, de las imágenes de los Santos Mártires Juan del Castillo, Alonso Rodríguez y Roque González y de las dos imágenes de la Virgen de Itatí, una traída por los caminantes y otra por los ciclistas.
La segunda lectura bíblica fue realizada por un integrante de la aldea aborigen Katupyry que la leyó en perfecto guaraní.
En su homilía, el Obispo resaltó que «la memoria de nuestra cultura nos lleva a los valores fundamentales que son la vida, la familia, la solidaridad, la justicia, que son esenciales». También hizo hincapié en el lema y al respecto afirmó que «creemos en el amor y en la caridad, que es la mejor respuesta evangelizadora a nuestros tiempos”.
Lamentó que «en los medios se presentan muchos signos de muerte como la fragmentación, el consumismo, que tratan a la gente como objeto de consumo, para comprar y vender».
«Nosotros creemos en el amor como acto de donar la vida, como propuesta del lema de esta peregrinación, que se renueva en cada Eucaristía, en cada Pascua», agregó.
El obispo Martínez consideró que»hay que dar gracias por la vida, ser protagonistas de paz, de luz, para que tengamos grandeza en nuestro corazón», concluyó monseñor Martínez.
La peregrinación
La caminata se inició desde las distintas zonas pastorales (Posadas, Ruta 12 y Sur) de la diócesis de Posadas. Con devoción los cristianos de la fe católica se encomendaron a la Virgen con la bendición inicia,l a cargo del Presbítero Alonso Freiberger frente a la gruta de la imagen de la advocación de la Virgen de Fátima en la parroquia homónima.
Encabezó la columna de humanos una talla de la patrona de la diócesis, la Virgen de Itatí, embanderada con dos réplicas de la insignia patria argentina. Escoltaron a la procesión móviles con oficiales de la Policía provincial, del Ministerio del Intertior la división de Seguridad Vial de Gendarmería Nacional y también del Ejército argentino.
Se destacó también la atención que brindaron un grupo de enfermeros, que asistieron a quienes sufrieron calambres y otras dolencias propias del esfuerzo que demanda el recorrido de 47 kilómetros hasta el destino.
Cadetes de la Escuela superior de Policía «General Manuel Belgrano» conformaron un cordón en la nave del templo abierto en el predio de Loreto.
Radio Tupambaé transmitió una programación especial que mantuvo el buen ánimo durante toda la noche para mantener el espíritu de oración de los devotos.
La solidaridad de familias que intervinieron como apoyo a quienes necesitaron tomar agua, preparar un mate y comer algo para reponer las energías, como también los recepcionistas de cada parada programada que se requieren para tan prolongado trayecto. Al que también contribuyó EMSA con un móvil cargado de agua para asistir a la gente. La empresa Nuestra Señora del Santo Rosario aportó unidades de ómnibus que recogía a quienes sentían los numerosos kilómetros transitados.
Alrededor de 400 cadetes del Instituto Superior de Formación técnica profesional del Personal subalterno se sumaron a la procesión desde Posadas, y apoyaron a los pedestres que con entusiasmo, rezando y cantando. El domingo, unos 200 ciclistas llegaron cerca de las 8:30 luego de pedalear desde la rotonda de la ciudad capitalina, donde a las 4:30 comenzaron su viaje hasta las reducciones de Loreto.
Este año, dieron un toque particular al “clima de fiesta” los jinetes de agrupaciones tradicionales que se sumaron montados a caballos.
Canal 12 y la radio del obispado acompañaron con la transmisión en vivo de la misa que era esperada por quienes no pueden asistir personalmente.
