Iguazú Jungle inaugura mañana el primer astillero de este milenio

Con la presencia del gobernador de Misiones, mañana Iguazú Jungle, el Sindicato de Conductores Navales (SiCoNaRa) y la CGT Misiones inauguran el astillero “El Galpón”, en Puerto Iguazú. El empresario Alejandro Arrabal resolvió reeditar una actividad que feneció en la década del 60 en nuestra provincia. 

 

Este  sábado 26 del corriente se inaugura el astillero  “El Galpón”, en Puerto Iguazú. Es parte de una iniciativa privada que lleva adelante el empresario Alejandro Arrabal (hijo del extinto Eduardo) propietario de la empresa de paseos náutico Iguazú Jungle. La ceremonia será presidida por el gobernador, Maurice Closs.

 

En principio, en este astillero sólo se arreglarán barcos y una vez que tengan el prototipo de embarcación ideal para navegar en nuestros ríos funcionará plenamente como astillero, pues así disponen las normas en vigencia que regulan la actividad.

De esta manera, la firma que realiza los paseos náuticos en el área Cataratas, contará así con el primer “astillero” del milenio.  

 

Ignacio Acha, gerente de Iguazú Jungle, manifestó en diálogo con Misiones On Line que en el astillero, se podrán realizar renovaciones, ampliaciones y puestas en valor de sus embarcaciones, y en un futuro también podrían construir embarcaciones para la empresa y para otras firmas que lo requieran.

 

“Es una apuesta fuerte, con gente capacitada y sería el primer astillero en la región, la idea es presentarlo en sociedad este sábado y ahí brindar todos los detalles del proyecto” finalizó.  

 

Los últimos astilleros que funcionaron en Misiones, estuvieron en Posadas y fenecieron allá por los 60. La historia recuerda nombres como Abraham Oro y Compañía y el de Nuñez cuyo propietario fue la familia Tabia.

 

Si bien la historia cuenta que «la Patria se hizo a caballo» -aludiendo a las numerosas campañas terrestres en que intervinieron fuerzas militares que se oponían entre sí por responder a distintos caudillos de provincia-, también podemos afirmar que el mar y los ríos fueron escenarios trascendentales en el desarrollo de las luchas por la organización nacional, así como que el ámbito fluvio marítimo lo fue en su accionar como teatro de operaciones de la primera defensa contra la injerencia de potencias extranjeras en nuestro quehacer como país.

 La valoración de nuestros ríos, nuestro hábitat es parte de la cultura ancestral. Nuestros antepasados lo remontaron en jangadas para acortar distancias, proveerse de alimentos,  comunicarse y aprovechar todo lo natural de nuestra región. Del esplendor al olvido el tramo fue muy corto, pero el nuevo milenio nos devuelve la mirada a nuestros recursos naturales.

 

A diferencia de lo que ocurre en otros lugares del país, aquí empresarios (la familia Arrabal es una de las pioneras en Iguazú) y trabajadores –con gran esfuerzo- están codo reeditando una actividad que estaba en el olvido. Por eso el acto, se realiza en conjunto con el Sindicato de Conductores Navales -SiCoNaRa-, cuyo titular es José Giménez. 

El acto que comenzará a las 17 hrs en el mismo edificio donde funcionará el novedoso astillero: Hipólito Irigoyen, entre El Urú y El Mensú, será escenario también para rendirles homenaje a los baqueanos y navegantes que nos guiaron por los atajos de nuestros ríos. Allí Iguazú Jungle, entregará los presentes que remite a la actividad a más de una decena de hombres de río y/o familiares que concurrirán al lugar. Entre ellos estarán los reconocidos Arce (Florencio, Bernardino y Pedro), Cacho Bogado, Alfredo Oviedo, Mateo Matoso, Feliciano Portel y aunque está en el cielo también se rendirá tributo al popular Maximiliano “Manchi” Oviedo que muchos años tuvo el Museo del Navegante en Posadas, donde sólo quedan algunos recuerdos de que remite a los hombres que surcaron los ríos. También hará lo propio con las autoridades anteriores y actuales de los sindicatos que agrupa la actividad.

 

En la memoria colectiva de los amantes de la navegación persiste aún el sonido de las sirenas que, en la hoy Bajada Vieja posadeña, marcaban el ingreso al trabajo de los cientos y cientos de obreros que marchaban hacia esa pujante actividad de los astilleros que funcionaban ahí. La sirena servía de guía para marcar los tiempos en el despertar de la mañana, cuando se acercaba el mediodía y el fin de la siesta en la tarde misionera.

El Iris, El Uruguay, El Iguazú, El Guayra fueron algunos de los buques de pasajeros que surcaron el Paraná entre Corrientes, Posadas e Iguazú en el siglo pasado. Pasaban entre 18 y 19 horas en el agua para llegar a una u otra ciudad remontando al “pariente del mar” (el río Paraná) …Populares o lujosos, los viajes eran accesibles para todos, recuerdan los memoriosos.

Pero el milenio pasado y en nombre del “progreso” también dejó de lado la mirada a nuestros ríos. Pasaron varias décadas para que llegara la reedición y en Misiones despunta en la frontera tripartita de las Cataratas de Iguazú: allí se erige El Galpón, el primer astillero que se reedita en este nuevo  tiempo.

 

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