La gran guitarra argentina regresa a Misiones

El reconocido músico Luis Salinas vuelve a visitar amigos, presentar su disco triple y darnos una buena dosis de humildad 

 

 Ya no recuerda cuántas veces estuvo en la tierra colorada, pero lejos está Luis Salinas de que no le importe el interior. Ya no recuerda cuántas veces estuvo en la tierra colorada, pero lejos está de que no le importe el interior. “No llevo la cuenta, pero si regreso a tocar a algún lado es porque en él encontré buena gente para trabajar. Es como ir a la casa de un amigo”, expresa por teléfono en entrevista exclusiva antes de viajar a nuestra provincia para dar los dos shows que tiene pautados en nuestra provincia.

 

Se te reconoce como un gran  autodidacta. ¿De veras, nunca estudiaste?

No, nunca, pero me vendría bien hacerlo, para por lo menos saber qué toco (risas). Primero tocaba sobre canciones de los discos y después escuchando a otros músicos y tratando de sacar cosas en casa. Es una cuenta pendiente que tengo, porque hay veces que se hace necesaria una partitura para que otros músicos toquen exactamente lo que uno quiere.

 

¿Un gran músico nace o se hace?

Tiene que haber una condición natural, y lo que uno debe hacer es desarrollarla. Hay músicos con gran talento natural, pero al no potenciarlo se quedan en eso; pero cuando un músico con esa condición, le agrega mucho trabajo, allí es cuando se llega a niveles altos 

 

Logras una simbiosis muy particular con la guitarra, ¿qué significa ese instrumento en tu vida?

Es como un dedo más. Recuerdo una vez que me mudé de casa y tenía una guitarra prestada y otra que había mandado a arreglar. No me sentía bien. Si ella no está, no me siento en casa. 

 

Luis Salinas, además de eximio guitarrista, es un gran tipo, y poca gente, tanto en el mundo de la música como en la vida misma, podría hablar mal de él como persona. En Posadas, incluso, se lo ha visto ayudando a los meseros luego de haber dado un show en un restaurante, pero…

 

¿Cómo se hace para mantener la humildad en medio de un ambiente cargado de divismo, y si además artistas de la talla de George Benson te consideran uno de sus guitarristas favoritos? ¿Cómo no perder el piso?

Allí tiene mucho que ver la familia, el cómo te criaron. Mi padre, que también es músico, siempre me dijo que lo importante en la música es ser agradecido, disfrutar lo que uno ama y compartirlo. Primero está la persona, después lo que ella sea o haga.

 

Presentar un disco triple en tiempos de vacas flacas para la industria discográfica suena, al menos, como algo arriesgado.

Nunca hice discos para vender discos, tuve la suerte de hacer una carrera que me permitió tocar siempre lo que sentía o tenía ganas, y todo lo que sucedió ha superado cualquier cosa que haya imaginado.

 

Kilómetro 11 es un himno del litoral, al igual que La Calandria, y por lo tanto son tocadas por multitud de músicos. Hay una verdad incontrastable, pocos lo hacen como Luis Salinas.

 

Tocaste con Tomatito, Mercedes Sosa, Chucho Valdes y BB King. O sea, del Folklore al Latin Jazz, pasando por la música afrocubana y hasta el Rhythm and Blues. ¿En qué ámbito se siente más cómodo Luis Salinas?

Soy una consecuencia de lo que he escuchado de chico. Cuando oigo o toco chamamé siento que me traslado a mi infancia, con mi padre chaqueño o mi padrastro correntino. De allí en adelante escuché todo tipo de música, en mi juventud se escuchaba folklore, tango, rock progresivo, cumbia de Los Wawancó, salsa, música brasilera con Jobim. Así se formó mi manera de componer y tocar, además tuve la suerte o bendición de haber conocido artistas de muchos géneros que me llevaron a tocarlos. No es lo mismo decir “toco diferentes cosas porque puedo” a decir “toco diferentes cosas porque me gustan”, y ése es mi caso.

 

¿Qué te significó haber sido nominado a un Grammy Latino?

La verdad, para mí el estar nominado ya fue un triunfo. Haber “perdido el Grammy” con Chick Corea es lo mismo que haberlo ganado. Imaginate si hablamos de tango y perder con Salgán, es un honor!!!, especialmente si se tiene en cuenta que mi compañía disquera no existe, recién estoy comenzando.

 

¿Cómo llegaste a estar allí sin tener una gran compañía que te respalde?

Lo mandamos nosotros, pero todo tiene que ver con el disco Salinas y amigos (2004), que fue mi primera nominación, en  algún momento también fui jurado y además están los amigos, como Tomatito, que hacen que el nombre de uno esté en esos oídos y sea más o menos conocido. 

 

Hace poco se cumplieron dos años de la partida de Mercedes Sosa.  ¿Hay algún músico latinoamericano al que le quepa ese poncho tan grande?

Hay artistas irrepetibles, como Camarón, Mercedes, Gardel o Atahualpa. Saldrán artistas maravillosos, pero Gardel es Gardel, y la Negra es La Negra. Viste cuando se compara a Messi con Maradona, la pilcha de Maradona le quedaba bien sólo a Maradona.

 

¿Qué puede esperar alguien que nunca te vio en vivo?

Tocar en vivo implica una energía espiritual, sino serían notas nada más. Es muy importante vivir el momento como único. Charly Parker, uno de los mayores improvisadores de la historia, decía “Ahora es el momento”. A la hora de improvisar hay que vivirlo como un momento irrepetible, y los músicos con los que toco pensamos igual. De todos modos, hablar de eso es muy difícil, es algo que se toca y se siente, no algo de lo que se habla.

 

“Hablar de música es como bailar arquitectura”, dijo alguna vez el genial Frank Zappa, por lo que cuantificar cuánto hay de improvisación en un show de Salinas es casi osado.

Podríamos hablar de un cincuenta y cincuenta, cuando se arma un show uno piensa en qué va a tocar, pero nunca en cómo va  hacerlo.

 

¿Qué postura tienes sobre el «consumir música bajada» te afecta la piratería?

Una vez se me acerca un chico y me dice “en este MP3 tengo todos tus discos”. Por un lado pensé “podrías comprar alguno”, pero por otro me gustó que tenga toda mi música, porque en el fondo cualquier músico toca para que la gente escuche lo que uno hace. Pero el sistema es tan perverso que cuando un artista entra a trabajar con una compañía pierde todo el control sobre el disco. Por eso ahora formé mi propia compañía.

 

¿Hay música difícil de conseguir por medios “legales”.

He tenido discos piratas, porque no se podía conseguir el original, pero en cuanto conseguí el original, como uno de Jeff Beck, lo compré, porque quería tener el original. Las cosas van a andar mejor cuando las compañías y los artistas vayan por el mismo lado. La única salida es hacer una buena gráfica y poner en el disco esos extras para que el que compra música valore y vea la diferencia. De todos modos, es bueno que todo el mundo escuche lo que uno hace. Es contradictorio, pero sé que muchos músicos piensan así.

 

¿Cómo ves el panorama musical argentino?

En Argentina siempre ha habido grandes músicos. El negro Carlos Aguirre o Juan Quinteros. En el folklore hay muchos músicos que aunque no sean muy conocidos, cada vez que salen a tocar afuera nos dejan muy bien parados.  En el tango Hugo Rivas, un maravilloso guitarrista de 30 años. Permanentemente salen músicos que por ahí no tiene mucha exposición en la TV, pero son grandes músicos.

 

¿La TV sigue con su papel “legitimador” de los artistas?

Hace un tiempo uno podía ver a artistas como el Chango Farías Gómez o Dino Saluzzi en la tele, y anunciaban dónde tocarían ese fin de semana. La TV ya no cumple ese papel, hoy encontrás programas de bailanta que duran toda la tarde pero no hay un programa de música. Soy una persona que piensa que todo tiene que convivir, pero hoy eso no existe. Todos deberían tener las mismas posibilidades, y que después el público elija.

 

Luis Salinas se presentará en Posadas el sábado 19 en el Salón Bordeaux del Hotel Julio César a las 22:00 hs. y el domingo 20 en el Salón de Usos

Múltiples del Hotel Cabañas de Oberá en una cena show.

 

 

Reportaje, Marcelo Luketti

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas