La denuncia fue radicada por la abuela de la pequeña de once años. El padre la golpeaba, abusaba de la niña, la amenazaba y le daba dinero para que no cuente los vejámenes a los que era sometida.
“Me di cuenta que algo no andaba bien, cuando la maestra de la Escuela especial donde concurre me dijo que llevaba mucha plata a la escuela, yo ya le veía mas rellena y devolvía algunas veces. Así que le pregunté quien le daba plata, si algún hombre le había ofrecido algo, en la escuela o qué y allí llorando me dijo que el papa la había violado, dos veces y que le dijo que no cuente nada o le iba a matar y que le daba plata”.
Escalofriante relato de Yolanda Carvallo, abuela de una menor (S). de 11 años, quien estaría embarazada de su padre, según comentó a la justicia y a su abuela.
Con 65 años, Yolanda se hizo cargo de sus tres nietos, luego de que su hija Maria Cristina (48) se separara de su yerno Victor Oscar Acosta. Sin embargo, debido a la mala relación con su ex, Maria Cristina se fue a vivir enfrente, a la casa de otra mujer que ayuda con los quehaceres domésticos. Maria Cristina, también tiene cierta deficiencia mental.
Victor iba y venía y a veces también se quedaba a dormir con sus hijos. Debido al maltrato frecuente hacia sus hijos, las discusiones con su suegra Yolanda se hicieron reiterativas, tanto que un día la echó de su propia casa.
“Yo fui a hacer la denuncia, porque el les pegaba mucho y le decía de todo a los chicos y yo críe a mi hija en esa casa y a mis nietos también, el no podía echarme. Parece que ese día que yo me fui el aprovecho para abusar de mi nieta”, comentó Yolanda.
Relató que “eso me contó la nena mas chica, porque cuando yo no sabia aun que ella estaba embarazada, le increpé porque había violado a mi nieta y el no dijo nada y mi nietita mas chica dijo entonces que cuando yo no estaba el dormía toda la noche con mi nieta discapacitada”.
La casa es muy humilde, con muchos perros y los vecinos de calle Pilcomayo al 800, de Oberá, son todos son partícipes de la situación social difícil de esta familia. La abuela cobra una pensión y los chicos, salario universal, con eso viven todos.
La abuela radicó denuncia por maltratos en octubre ante la policía y luego tomó intervención la Justicia, que ordenó la exclusión del hogar de Oscar Acosta el 10 de noviembre, fecha que para entonces, según la abuela, ya estaba embarazada la nieta. El hombre tendría otra vivienda con otra mujer.
“Yo no quiero ese bebé, no podemos mantenerlo, ella es discapacitada, no sabe nada de chicos, la madre ya tiene su problema de cabeza, acá solo vino la señora Vilma que me ayuda y ahora vino una asistente del CIC” (del área de la mujer de la Municipalidad), explicó la abuela, entre sollozos.
Hoy, por orden del Juzgado de Instrucción n 1, secretaria 1, la niña debe someterse a junta médica en el Hospital Samic.
Colaboración: Norma Lunge
