Oberá se moviliza para evitar el cierre de tres hogares para discapacitados

Los Hogares Santa Teresa, Espíritu Santo (ambos de Oberá) y Virgen de Luján, de Guaraní, atienden y contienen a 60  personas, adultos mayores, jóvenes y niños que padecen discapacidades motrices e intelectuales. Ante la falta de financiación por parte de los benefactores de Irlanda, quienes limitaron los recursos a raíz de la dura crisis europea y las trabas oficiales para las transferencias bancarias al extranjero, las tres instituciones corren un riesgo concreto de cerrar sus puertas, con una tremenda afectación para los actuales internos, muchos de los cuales no tienen familia ni lugares alternativos donde vivir.

 

Los Hogares Santa Teresa, Espíritu Santo (ambos de Oberá) y Virgen de Luján, de Guaraní, atienden y contienen a 60  personas, adultos mayores, jóvenes y niños que padecen discapacidades motrices e intelectuales. Ante la falta de financiación por parte de los benefactores de Irlanda, quienes limitaron los recursos a raíz de la dura crisis europea y las trabas oficiales para las transferencias bancarias al extranjero, las tres instituciones corren un riesgo concreto de cerrar sus puertas, con una tremenda afectación para los actuales internos, muchos de los cuales no tienen familia ni lugares alternativos donde vivir.

Dos radios de la Capital del Monte, ambas competidoras en audiencia, se unieron para organizar distintas actividades para recaudar fondos. Pero de gran ayuda sería que el Gobierno de Misiones amplíe el aporte mensual comprometido a la institución.

El vicepresidente del Hogar Madre Teresa de Calcuta, el abogado Rafael Pereyra Pigerl, refirió la acuciante situación de este hogar y de los otros dos creados por la Fundación Cheshire Argentina: “Nuestras instituciones necesitan un promedio de 240 mil pesos mensuales para el funcionamiento básico, ya que no solo albergamos a 60 personas, sino que además reciben atención médica especializada, cuidado de enfermería permanente las 24 horas porque muchos de ellos tienen serias discapacidades motrices que les impiden la movilidad, alimentación especial, medicamentos, pañales, ropa, calzados. Tenemos 28 empleados a los que hay que abonarles los sueldos mes a mes porque de ese trabajo dependen sus familias”, señaló.

Pereyra Pigerl se mostró tan consternado como toda la comunidad relacionada a las instituciones, ya que “la mayoría de las personas, adultos y chicos que atendemos, llegaron a estos hogares derivados por la justicia después de haber sido rescatados de situaciones extremas de abandono, marginalidad o abuso, y muchos literalmente sobrevivieron gracias a esta intervención, y hoy tienen una atención preferencial y una calidad de vida que es la mejor que como sociedad les podemos procurar, además de la contención afectiva”.

 

Gala solidaria

Pereyra Pigerl señaló que entre las acciones que encararon para recomponer los fondos que dejaron de llegar desde Irlanda, iniciaron una serie de actividades solidarias con el fin de comprometer a la comunidad, e inmediatamente tuvieron la respuesta de dos de los medios de comunicación más importantes de Oberá: Tanto la FM «El aire de Integración» como la FM «La Radio», organizan en conjunto unaGran Noche de Gala solidaria el 26 de Noviembre en el salón de Eventos del Casino de Oberá. Allí, los funcionarios, dirigentes provinciales y locales que se adhieran desfilarán ropa de noche y hasta algunos servirán las mesas, y se reunirá dinero de diferentes maneras. Publicidad, venta de tarjetas, cantina, etc.  “Esta situación acuciante es nueva y sabemos que muchos no la conocían, por eso es importante el apoyo de todos los periodistas de estos dos medios de comunicación, y de todos los demás de Oberá y delaprovincia para la difusión”, dijo Pereyra Pigerl, quien confió en la solidaridad de los vecinos de la región y en la diligencia del Gobierno de la provincia para aumentar los fondos del subsidio otorgado, “ya que sería la manera de asegurar que consigamos lo necesario para que las instituciones perduren”.

“Es difícil para la gente común comprender el verdadero horror de ser abandonados. La peor enfermedad en el mundo no es la lepra, la tuberculosis o el cáncer, sino el sentimiento de no ser querido, amado, aceptado y el ser abandonado por todos. Todos necesitamos algo que esperar del futuro. Todos necesitamos algún lugar donde vivir”, finalizó el vicepresidente del Hogar Santa Teresa, que como todos los voluntarios de los tres hogares, considera que sería “imperdonable que como comunidad no podamos sostener estos centros en los que nuestros hermanos mas vulnerables reciben una atención integral, pero sobre todo, amor”.

 

 

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