La muerte de Ramiro Tot, de 11 años, quien corría en el campeonato argentino de la categoría Pre-Junior de karting y que tuvo un accidente el domingo pasado, provocó expresiones de dolor y de críticas. El piloto misionero Cristian Grygorszyn y papá de Rodrigo, que es corredor desde los 7 años, sostuvo que es un deporte de alto riesgo, pero es un deporte que se lleva en la sangre. Entiende que como otros deportes, lo que ocurrió con el pequeño corredor de 11 años y lo llevó a la muerte, “fue un accidente”.
Aseguró que los corredores tienen todos los elementos de seguridad necesarios.
No obstante contó que cuando corre su hijo es una sensación inexplicable, admitió al respecto que siempre tienen la preocupación de lo que pueda ocurrir por ser un deporte de alto riesgo.
Dijo que Rodrigo nunca tuvo un accidente grave, solamente toques y salidas de pistas.
Entiende que es un deporte, y “como cualquier deporte tiene sus accidentes”
Por otro lado, Victor Ghiberto, papá de preparadores y pilotos de karting, sostuvo que ningún chico corre por presión de sus padres. Sobre la muerte del niño de 11 años dijo que es un accidente y que no ocurre con frecuencia.
Precisó que normalmente la velocidad a la que se suele llegar es «no más de 100 km por hora».
Sostuvo que es una actividad muy segura, «lo que pasó fue una fatilidad».
(Radio República)
