Una argentina que inspira: ilustró a Harry Potter y corrió en el desierto del Sahara

Se trata de Dolores Avendaño, una argentina que con 27 años recibió el trabajo que marcó un antes y un después en su carrera: ilustrar “Harry Potter y la piedra filosofal”, el primer libro de la serie de siete entregas. Es la segunda vez que viene a Misiones, la primera vino a Iguazú por un trabajo que finalmente no salió adelante donde le pidieron que ilustrara un mapa de las Cataratas, y ahora visita la capital provincial para dar una charla motivacional basada en sus propias experiencias. 

 

Se trata de Dolores Avendaño, una argentina que con 27 años recibió el trabajo que marcó un antes y un después en su carrera: ilustrar “Harry Potter y la piedra filosofal”, el primer libro de la serie de siete entregas. Es la segunda vez que viene a Misiones, la primera vino a Iguazú por un trabajo que finalmente no salió adelante donde le pidieron que ilustrara un mapa de las Cataratas, y ahora visita la capital provincial para dar una charla motivacional basada en sus propias experiencias.

Para esta mujer excepcional la cuestión es “realmente desear lo que se quiere y creer que podés lograrlo aunque en este momento no seas tan fantástico. Si además nacés con el don, fantástico, agradecélo, disfrutálo y explotálo lo más que puedas, y si no lo tenés pero realmente lo querés, andá hacia delante, rompéte el alma y lográlo”.

Además de ilustradora, Dolores se convirtió en maratonista. A sus 30 años decidió que quería otra cosa además de la ilustración porque quería ser ella quien viviera la aventura y se propuso presentarse a la maratón que se corre en el desierto del Sahara, donde salió en el puesto 233 de 680 competidores. Esa maratón desencadenó dos más, una en el Himalaya y otra en Mongolia, en las cuales resultó ganadora. Confesó que la clave de sus logros es que siempre tiene algún sueño por delante, sabe cuál es su meta pero se va enfocando en el momento.  Además, rescató un aprendizaje de cada carrera: concentrarse en la carrera sin pensar en lo que hacen los demás, la importancia de la responsabilidad y la interdependencia del trabajo en equipo.

Recomendó a los jóvenes pensar en qué los entusiasma para saber hacia dónde ir, que crean en ellos mismos y que lo pueden lograr y remarcó la importancia de la educación porque da libertad para elegir.

 

Ilustrador, ¿se nace o se hace?

La ilustradora afirmó que “puede ser las dos cosas. Yo tuve un profesor que fue uno de los más importantes para mí en Estados Unidos y nos insistía mucho con que cualquiera puede ser ilustrador, que no necesariamente se nace sino que es una cuestión de  estudio y de práctica”.

A propósito de esto, relató con humildad que en realidad no era de las que más se destacaba y que había un grupo incluso que se llamaba “el regalo de Dios a la ilustración” que eran fenómenos porque  parecía que ya sabían todo. “Yo no, pero me rompí el alma realmente, los fines de semana me las pasé dibujando y pintando. Fue la perseverancia, el esfuerzo y fui la primera en conseguir trabajo”.

Comenzó su carrera soñando. Desde muy pequeña y sin saber que era una profesión supo que quería ser lo que es hoy: Ilustradora de cuentos para chicos, sobre todo fantásticos porque lo que más le gustaba leer de chica eran cuentos de hadas. Su repertorio, sin embargo, es más amplio ya que ilustró desde libros educacionales hasta Harry Potter, también realizó ilustraciones de packaging y portadas de libros para adultos.

Aseguró que en su vida Harry Potter fue una cadena de eventos. “Cosas tan importantes y tan trascendentales como lo fue Harry Potter para mí no te llegan así porque sí sino que “me lo gané” con los trabajos que logré antes, como el de Halloween. Ese trabajo me costó muchísimo conseguirlo, fui a cuanta entrevista tuve, me expuse a ser rechazada y seguía mostrando mis carpetas sin miedo hasta que conseguí ese primer libro, Halloween Nights. Yo creo que fue gracias a ese libro que después llegó Harry Potter. Cuando recibí Halloween Nights tenía 24 años y Harry Potter llegó a mis 27 o 28. No me imaginaba que el libro iba a tener tanta repercusión pero estaba fascinada porque me encantó la historia  y no podía creer que me paguen para ilustrar algo que me divertía tanto ilustrar”.

Dolores va creando a medida que lee, va visualizando, imaginando, seleccionando la escena que más la impacta y le parece interesante para una portada. Para sus ilustraciones utiliza sobre todo la técnica de acrílico muy aguado sobre papel acuarela y el scratchwork, que es tinta sobre una capa de yeso que recubre un cartón, una técnica muy específica que utiliza para cosas muy detallistas cuando quiere lograr un sentido visual más científico o propuestas más realistas.

Relató que su siguiente trabajo será ilustrar el Mago de Oz y en comparación con Harry Potter dijo que   los personajes parecen ser un poco más benignos, más inocentes, e incluso cuenta que en la serie de Harry Potter, a partir capítulo del laberinto del cuarto libro de la serie no podía leer de noche porque le daba miedo, “en eso tal vez soy un poco infantil”. Además aseguró que en este caso tiene más libertad creativa porque le dieron el texto y la dejaron que seleccione qué escena ilustrar según su interpretación. El caso de Harry Potter fue distinto, allí le decían qué escena ilustrar, en general querían la misma escena que la portada norteamericana, pero después logró proponer escenas que tuvieran un clima, una ambientación similar pero no exactamente la misma que la que proponía el editor.

Finalmente, confesó que aunque en este momento está más dedicada al arte, incluso proyecta escribir un libro acerca de sus propias aventuras e ilustrarlo, su próxima meta es “ganar alguna competencia a los 60 años, porque los sueños nunca se terminan”.

 

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