El subsecretario de Prevención de Adicciones y Control de Drogas, Valentín Alsina, explicó que las drogas consumidas por los jóvenes misioneros son en su mayor parte las drogas legales, el 80 por ciento de las adicciones son por alcohol o cigarrillo, después se observan los casos de la marihuana, más lejos aún la cocaína, el paco y demás sustancias.
Valentín Alsina, subsecretario de Prevención de Adicciones y Control de Drogas
Alsina precisó que el 80 por ciento de los jóvenes de entre 13 y 17 años estuvo en contacto con sustancias adictivas, “esto no quiere decir que son adictos, solo el 20 por ciento continua la carrera adictiva”.
Destacó la realización de las charlas de capacitación, concientización y prevención de adicciones en los sectores educativos para proteger a los estudiantes misioneros. Alsina indicó que se lleva adelante el programa “Quiero Ser” conjuntamente con el Sedronar, este es un programa educativo que se lleva adelante gracias a un convenio con el Ministerio de Educación y se trabaja con chicos de quinto y sexto grado de las escuelas misioneras. Estas charlas implican la interrelación de los chicos, los docentes y los padres.
Para Alsina las adicciones están “planteadas a nivel de marketing y apuntan cada ves más a los jóvenes, a quienes se busca familiarizar como una cuestión normal para los jóvenes divertirse alrededor del consumo de sustancias, en particular del alcohol”.
Las estadísticas nacionales indican que el 80 por ciento de las personas que toman la decisión de tratarse fracasan, “aquellas personas que deciden tratarse con profesionales, el 80 por ciento reincide en el consumo de drogas”, la mayor causa de esto es el contexto o ambiente social del adicto. Por ello Alsina destaco que la contención familiar es muy importante para la prevención de la reincidencia.
El medico explicó que “el contexto es extremadamente importante, por eso tratamos al contexto como prevención secundaria o prevención inespecífica, donde debemos trabajar todos los sectores, la iglesia, la educación, la policial, la salud publica, las ONG, etc”. Precisó que ninguna persona puede ser obligada a recibir tratamiento, “las internaciones son voluntarias, no se interna por la fuerza, salvo en casos de crisis de intoxicación aguda”.
