Mañana martes a las 20, la licenciada en Música Karina Alonso presentará su libro «La Estudiantina, procesos utilizados para crear la música…». Será en el salón de lectura de la biblioteca de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. La presentación estará a cargo Juan Carlos Martos, Lisandro Rodríguez e Ivana Roth. El libro fue editado por la Editorial de la Universidad Nacional de Misiones.
No hace más que enaltecer el hecho artístico que generan los jóvenes estudiantes posadeños, a través del análisis del hacer. La Estudiantina no contaba hasta el momento con registro escrito desde el ámbito musical. Esto que sin duda es semillero de grandes músicos, y parte de la idiosincrasia de nuestra ciudad, podrá ahora perdurar no sólo en la memoria de sus actores y familiares por el decir, sino también por la divulgación del escrito para las generaciones venideras.
De esto se trata “ LA ESTUDIANTINA : Procesos utilizados para crear la música en la estudiantina de la ciudad de Posadas”, trabajo de tesis de la licenciada Karina Alonso. Es un trabajo de carácter cultural, dedicado al rescate y difusión de aquello que hace la juventud posadeña. Este textoconstituye una referencia y un aporte esencial al fortalecimiento de la recuperación de la memoria sonora de la ciudad.
Por otra parte, el 22 de julio el trabajo fue presentado en Buenos Aires, en el marco del X Encuentro de la Sociedad Argentina para las Ciencias Cognitivas de la Música (Saccom), donde sonó con fuerza en intercambios realizados con trabajos de España, Brasil y México.
Prólogo de Ivana Roth
En Posadas, Misiones, todos los años la Fiesta de los Estudiantes entra en el foco de la tormenta, despertando amores y odios apasionados. “Es puro ruido”, dicen los detractores. “Una soberana pérdida de tiempo”.
Son los que todavía no se dieron cuenta de que este fenómeno que vive la ciudad cada primavera tiene un elaborado sistema de organización, no solo en lo que a desfiles se refiere, sino a toda la previa que se desarrolló en cada escuela para llegar hasta ahí…
Para tocar el asfalto (antes una calle céntrica, hoy la costanera) antes hubo infinidad de tareas que resolver. Algunas, de manera tan natural en cada escuela, que ni siquiera los mismos participantes advierten que están dando vida a modelos cívicos de toma de decisiones, elaboración de estrategias y planes de trabajo.
Pero no solo eso. La tesis de Karina Alonso va por más: sugiere que los estudiantes hacen música. Que componen.
Esta nobel Licenciada en Música se metió en la cocina de la fiesta estudiantil y con lupa de investigadora aplicó a este hecho social metodología, marco teórico y trabajo de campo documentado. Y lo comprobó con rigor científico: en tiempos de Estudiantina, entre los jóvenes posadeños se dan procesos de composición musical, en un ámbito de aprendizaje no formal. El objetivo es la fiesta, la diversión y el lucimiento del colegio. Pero para ello hay que poner intención clara, consensuar reglas de juego y ensayar a morir.
Entremedio, casi con el repicar de las “cajitas” de fondo, se pueden leer anécdotas (como la génesis de la popular “chancha”), pequeñas historias y el intento de reflejar cómo un grupo de jóvenes que no tiene permiso para votar ni tomar alcohol inventa los ritmos con los que latirá la ciudad por varios meses. Y cómo logrará transmitirlos a un centenar de pares, con hormonas tan revolucionadas como las suyas.
A través de la mirada de Karina, la figura de los directores y participantes de la Estudiantina cobra espesor e importancia. Lo que hacen ya no son “ruidos molestos”; son los ritmos que acaban de consolidar los directores de una banda de música luego de meses de trabajo. Ya no son “adolescentes perdiendo el tiempo”, sino jóvenes ensayándose en la mejor forma de transmitir sus saberes.
Así que esta dicho y documentado. Ya nadie podrá refutarlo: los estudiantes posadeños hacen música. Y bien fuerte.
