Un lugar donde la mujer golpeada se fortalece y recupera su autoestima

"Hay nueve camas y dos cunas", dijo la encargada, Epifania Espíndola.

"Hay nueve camas y dos cunas", dijo la encargada, Epifania Espíndola.

Al Centro de Atención Integral para la Mujer y el Niño –habilitado oficialmente en convenio con la Municipalidad y el Obispado de Posadas-  se llega solamente a través de la denuncia en la Comisaría de la Mujer o en otras dependencias policiales, reiteró la directora de Acción Social de la Municipalidad de Posadas, Rosalía Moyano. El Hogar es de tránsito y dispone de nueve camas y dos cunas, y desde que comenzó a funcionar hace un mes, ya pasaron unas 20 mujeres, algunas con sus hijos, que han sufrido maltratos físicos o psicológicos por parte de su pareja o entorno familiar. Mientras se realizan los trámites judiciales, las víctimas reciben asistencia psicológica, asesoramiento legal y en talleres aprenden a coser, a cocinar, pintura sobre tela, crochet, entre otras actividades.

 

 

El Centro está administrado por Epifania Espíndola, quien se refirió a la atención en el lugar. “Acá las mujeres vienen y se les enseña a cocinar,  se les da apoyo psicológico y asesoramiento legal, vino una acá que no sabía coser ropa y se le enseñó”.

Actualmente está alojada una madre con sus seis hijos, el más chico es un bebé de un año y dos meses, y los restantes chicos a la mañana se los traslada al Hogar de Día, y a la tarde regresan. Vino de Buenos Aires con cinco chicos, y con su nueva pareja “más joven” tiene un bebé, pero surgieron problemas de violencia familiar y debió ser albergada allí. Vive en la chacra 252 del barrio Manantial, en Posadas

 

Las mujeres tienen una estadía promedio de una semana allí, mientras tanto la parte legal se encarga de agilizar los trámites en la justicia, porque generalmente no vuelven con su agresor y piden la exclusión del hogar, para que puedan regresar sin peligro de ser nuevamente atacadas, según contempla la Ley.

 

«Vino con pánico»

“No es que las mujeres vienen todas lastimadas o heridas, hay una madre de 48 años que vino de Garupá con sus tres hijos, de 7, 10 y 12 años, con muchos problemas emocionales, hasta pánico”, contó la administradora. “Al parecer no es que la pegaba el marido, pero sí se sentía muy perseguida por él y su familia, no podía salir a un quiosco porque el marido la cuestionaba”. Otro caso según Espíndola, es de una mujer de Oberá que vino a Posadas tramitar en la justicia y el problema surgió acá con el marido, y para protección debió refugiarse en el Centro de Atención.

 

Al finalizar su estadía, “las mujeres se sienten fortalecidas y con mucha voluntad, dicen ‘voy a enfrentar la vida y por mis hijos voy a luchar”, cuenta la encargada.  

 

El equipo de profesionales permanente para atender a las mujeres está integrado por una psicóloga, una asistente social, Karina Tarnowski, un abogado Roberto León, la psicopedagoga Carolina Detke, y Romina Alfonso y Noelia Marqués, estudiantes avanzadas de psicología y consultorio en psicología. Una peluquera viene todos los días para cortarle el cabello a los chicos y examinar si tienen piojos.

 

Además, hay guardia permanente de un efectivo de la Policía provincial. Se reiteró que la víctima debe primero denunciar en la Comisaría de su zona, ya hubo un caso de una mujer, que no había hecho la denuncia y pidió ser albergada porque se había enterado de la existencia de este refugio para mujeres y niños vulnerables.

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