Producirá bioinsumos de nulo impacto ambiental que podrán reemplazar el uso de químicos en los cultivos. Se presentó ayer la segunda etapa de la Biofábrica. Responde al desafío de elevar la productividad y reducir el impacto ambiental. También se reproducirán organismos para tratar efluentes y para controlar vectores de enfermedades.
La Biofábrica presentó ayer su segunda y más ambiciosa etapa, cuyo objetivo será la producción de microorganismos que puedan usarse como bioinsumos para el combate de plagas, la recuperación de suelos, el incremento en los rindes y la mejora de los alimentos para ganadería. La idea es reemplazar progresivamente el uso de químicos, que son nocivos para el medio ambiente y cada vez menos efectivos, por estos bioinsumos cuyo impacto ambiental es nulo. De tener éxito en esta empresa, el agro misionero se adecuaría a requisitos de producción sustentable que el mercado mundial exige con cada vez mayor énfasis.
José Cabral, gerente de la Biofábrica, explicó que el objetivo más inmediato al momento de la entrada en funcionamiento de esa empresa, fue introducir mejoras genéticas tendientes a incrementar los niveles de productividad de los distintos cultivos de Misiones. “En caña de azúcar hemos duplicado los rendimientos y en stevia y mandioca reprodujimos plantas que se adaptan mucho mejor a lo que requiere la industria”, dijo.
Mientras esa primera etapa sigue en pleno desarrollo, la Biofábrica ya comenzó la siguiente. “Necesitamos agregar conocimiento a la producción para no degradar el entorno en el que vivimos”, destacó Cabral. La primera tarea en esta nueva etapa será reproducir microorganismos para control biológico de plagas y la primera plaga en la “lista de enemigos” es la hormiga que está presente en toda la provincia y afecta a todos los cultivos.
“Estos insumos biológicos vienen a agregar más rendimiento y reducir costo. Sólo en el sector forestal se gastan 3,5 millones de dólares anuales para controlar hormiga. Se aplican químicos en 75.000 hectáreas por año, que son las plantaciones con menos de tres años de edad”, indicó.
Avances para todos
Del acto de presentación de la Biofábrica 2, que se realizó ayer en el Centro de Convenciones de Misiones, el gobernador Maurice Closs precisó que los fondos para las tareas de investigación y desarrollo, los pone el Estado con el objetivo de que los avances puedan estar a disposición de todos los productores y no sólo para aquellos que pueden solventar investigaciones privadas. “Por ello es que insistimos en la “extensión al campo” para que el conocimiento llegue al productor, que es quien necesita y le puede sacar provecho a estas mejoras”, indicó.
Resaltó que con esta segunda etapa, no sólo se busca rentabilidad, sino además se tiene en cuenta el medio ambiente, que es lo que se viene pidiendo de muchos sectores para abandonar el modelo que solo pensaba en la rentabilidad del mercado. Pero para lograr este desarrollo es fundamental el conocimiento de los mercados, lo que logrará que la cuenca orgánica sea exitosa desde el ámbito de lo económico y de lo ambiental.
Vale resaltar que el rubro Ciencia y Técnica del presupuesto provincial creció de 358.000 pesos en 2005 hasta 76,5 millones en 2012.
Orquídeas y medicinales
Durante la presentación de su segunda etapa, la Biofábrica entregó los primeros plantines de sus últimas líneas de producción: orquídeas y plantas medicinales.
“Hoy estamos poniendo valor a la línea de orquídeas. Entregamos ejemplares de alta calidad para orquideófilos. Estamos reproduciendo especies nativas y una de las ideas es que se ofrezcan como souvenires a los turistas”, indicó José Cabral.
La segunda iniciativa apunta a la reproducción de plantas medicinales. La especie estrella en este proceso es la carqueja. “Es una planta nativa muy valorada en el mercado de los extractos medicinales que hoy vamos a transferir a productores para hacer su propia línea de herboristería y abastecer un inicial mercado de extractos”, destacó Cabral.
“El mundo demanda una producción ecológica”
Para avanzar en el estudio de factibilidad de la Biofáfrica 2, la Provincia convocó a especialistas cubanos, quienes son líderes en la reproducción de bioinsumos. Uno los más destacados investigadores a escala internacional en está área es Miguel Suárez Castellá, subdirector del Instituto de Biotecnología de las Plantas de la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, quien aseguró que “el uso de control biológico no es una opción a considerar, sino una necesidad creciente, respaldada por demanda internacionales de un mundo que reconoce los daños en los ecosistemas y salud humana provocada por el empleo excesivo de químicos y las bondades de controladores biológicos”.
Indicó que en el primer paso en el estudio de factibilidad para el proyecto de Misiones se identificaron las principales plagas que afectan a 12 cultivos de Misiones y del norte argentino.
En base a esa información de determinó iniciar la labores con la reproducción de siete microorganismos que actúan como biofungicidas, bioinsecticidas, promotores del crecimiento y mejoradores y conservadores de alimento para ganadería.
“Los primeros destinatarios serán los plantines y semillas de biofábrica que ya vendrán inoculados con los bioinsumos que estén orientados a esa especie y luego se pondrán a disposición de los productores los mismos bioinsumos en formatos que permitirán su aplicación en plantaciones ya establecidas”, explicó.
La segunda etapa está orientada a la alimentación animal. Consiste en desarrollar microorganismos que acorten el ciclo de fermentación de la materia prima que usa para alimentación de animales.
Miguel Suárez Castellá indicó que en una etapa siguiente, el proyecto también se propone reproducir especies que combatan a vectores que trasmiten enfermedades a humanos.
“Tampoco será ajeno la reproducción de microorganismos orientados al saneamiento ambiental. Se buscarán cepas para tratar los efluentes orgánicos de las industrias, así como los efluentes cloacales en las ciudades”, dijo.
Entre los resultados observados en los análisis previos, el cubano señaló que identificaron problemas como “las limitadas experiencias que existen aplicación de controles biológicos, la insuficiente existencia de cepas autóctonas de microorganismos, la falta de conocimiento y de personal en el campo de la sanidad vegetal y el pobre acompañamiento técnico a los productores”, enumeró.
Entre las acciones para revertir estos efectos, indicó que “se diseño de un sistema de superación técnica cabal que apunta no sólo a especialistas, sino a técnicos medios y productores, se pretende desarrollar en breve capacitación de no menos de 200 técnicos medios. Se está avanzando con estudios mas profundos de las plagas por cultivo y su incidencia, así como el desarrollo de áreas experimentales que confirmen la efectividad de los insumos que aquí desarrollamos”.
Identificar a los líderes
Suarez Castellá reconoció que una de las principales diferencias que encontró entre la experiencia cubana y la que vienen desarrollando en Misiones tiene que ver con el grado de educación de los productores y eso incide directamente en la transferencia de conocimientos a este sector.
“La principal fuente de transferencia parte de la formación. En Cuba como la educación es gratuita y hay muchas facilidades para estudiar, los productores tienen un nivel de escolaridad mucho más alto y eso les permite comprender mejor”, razonó.
Consideró que el primer paso para que esa transferencia de conocimiento desde instituciones como la Biofábrica a los productores, es identificar a los líderes. “Ellos son mejores gestores de transferencia que cualquier científico pueda encontrar. Si nosotros logramos convencer a los líderes, ellos convencen a los demás, entonces nosotros no tenemos que salir a convencer a todo el mundo”, indicó.
Aseguró que en Cuba hay vasta experiencia en ese plano ya que “hoy la agricultura cubana está en manos de pequeños agricultores y cooperativas, ya no hay casi grandes empresas estatales”.
