Según datos oficiales, ocho madres murieron en lo que va del año, dos de ellas por abortos mal realizados. Los mismos médicos admiten como una práctica habitual la interrupción del embarazo en clínicas posadeñas
Los abortos no se realizan en sanatorios, sino en clínicas acondicionadas.
La violación de una nena de catorce años y la demora judicial en avalar la interrupción del embarazo producto del abuso de su tío, reavivó el debate sobre el aborto y desnudó el doble estándar con que se miden las situaciones. “Con plata esto no pasaba”, dijo un ministro que dio en la clave. Decenas de abortos se practican en clínicas privadas con la única condición del anonimato y contar con más de 1.500 pesos.
Esa es la tarifa y de ahí para arriba, de acuerdo al riesgo y también la “cara del cliente”. Se estima que en el país se efectúan entre 450.000 y 500.000 abortos por año, casi un 40 por ciento de los embarazos totales. En Misiones hay datos oficiales.
Los mismos médicos admiten que en Posadas hay no menos de cinco “clínicas” que se dedican a practicar el aborto e incluso aquellos que se niegan a realizarlo por objeción de conciencia, mandan chicas recomendadas a los que sí se animan. Aseguran que las prácticas no se realizan en sanatorios, sino en oficinas privadas acondicionadas.
Pero el aborto mal realizado sigue siendo una de las principales causas de muertes maternas. En Misiones, según el registro de Salud Pública en 2009 se produjeron 23 casos, de los cuales dos fueron a consecuencia de complicaciones por abortos inducidos (por lo general infecciones generalizadas –sepsis-); en el 2010 no hay registro y en lo que va del año se registraron ocho muertes maternas de las cuales dos mujeres de 18 y 26 años respectivamente dejaron de existir también por abortos mal hechos.
Hay casos documentados de mujeres con abortos inducidos tras insertarse tallos de perejil, agujas de tejer, o medicamentos sugeridos por terceros sin consultar al médico. Y otros que no figuran en la estadística porque los médicos evitan realizar la denuncia de aborto ilegal para no comprometerse y tener que lidiar con denuncias e investigaciones judiciales.
Entonces un tratamiento por aborto mal realizado, puede figurar como infección uterina. Los especialistas advirtieron que las secuelas para la salud van desde la esterilidad permanente hasta la muerte, pasando por serias infecciones intra abdominales que pueden requerir mutilaciones de ovario y útero y operaciones intestinales.
En farmacias, sin receta
Los medicamentos también inducen abortos. Y los recomiendan los mismos médicos o se consiguen sin receta en las farmacias a un precio muy superior al real si se vende con receta.
Un remedio para la prevención y tratamiento de las úlceras gástricas y duodenales, es el más utilizado -el nombre es conocido, pero Misiones On Line no lo publica para no alentar el uso-. Se utiliza para la práctica de abortos con medicamentos y en concreto para la inducción del parto (pero debería ser siempre bajo supervisión médica, por el gran riesgo de hemorragia que conlleva la mala utilización) y, en combinación con otros fármacos como lamifepristona, para la interrupción voluntaria del embarazo.
“La caja sale cien pesos con una tableta de 30 pastillas, pero las venden sin receta al mismo precio con dos o cuatro pastillas”, revela un médico.
Un estudio realizado en el Servicio de Adolescencia del Hospital Argerich titulado «Riesgos en salud reproductiva. Uso indebido de medicamentos en adolescentes», reveló mediante una encuesta que el 90% de las jóvenes de entre 13 y 21 años que habían abortado había usado ese medicamento como método.
El mismo profesional explica que para una práctica abortiva, “se recomienda ir con un médico, pero hasta hay enfermeros que se dedican a esto”.
De todos modos, consideró que disminuyó la causa de muertes por abortos mal hechos porque se “profesionalizó la práctica”.
“No lo hace cualquiera. Por otro lado largaron otros métodos que compran en la farmacia. Incluso sin legrado. Antes se hacían barbaridades. Le ponían una sonda en el útero, o agujas de tejer las comadronas en la clandestinidad. Ponían en riesgo a la paciente. Hoy en día es mucho más profesional y es una práctica común. Muchas chicas te encaran derecho por eso”, relató.
El presidente del Colegio de Médicos Luis Flores, pidió “reglas claras”.
“Porque hacemos operaciones legales en todo el mundo y acá tenemos procedimientos judiciales, si hacemos un aborto. Queremos que la ley especifique que si llegara a ser permitido el aborto, que el médico tenga la libertad de obedecer a su conciencia y pueda negarse”.
El Colegio no tuvo una postura clara en el caso de la nena violada por su tío que quería abortar aunque el caso es no punible.
Por su parte, el ministro de Salud, José Guccione, explicó que el pedido de la niña de interrumpir su embarazo, se podía haber cumplido en el mismo hospital público, pero como la familia recurrió primero a la Justiica, hubo que esperar su decisión. Finalmente, por las demoras judiciales, la familia decidió dar marcha atrás con el reclamo por los riesgos a los que se sometía a la jovencita.
En casos de violación, las instituciones públicas deben realizar el aborto con la sola constancia de denuncia policial del caso. Todo profesional de la salud tiene derecho a ejercer la objeción de conciencia con respecto a la práctica del aborto no punible. Sin embargo, la objeción de conciencia es siempre individual y no puede ser institucional, por lo que toda institución a la que se recurra para la práctica de un aborto no punible deberá en cualquier caso garantizar su realización.
