Profesionales latinoamericanos contra el abuso de poder se expresaron sobre el caso de la niña violada en Misiones que no pudo abortar

Las circunstancias que enmarcaron el pedido de realizar un aborto a una menor violada por un familiar  en la provincia de Misiones y que, hasta ahora, finalizan con la negativa a  practicarlo  y una falsa aceptación familiar  del embarazo, son simplemente una historia de falta de asunción de responsabilidades. 

 

Las circunstancias que enmarcaron el pedido de realizar un aborto a una menor violada por un familiar  en la provincia de Misiones y que, hasta ahora, finalizan con la negativa a  practicarlo  y una falsa aceptación familiar  del embarazo, son simplemente una historia de falta de asunción de responsabilidades.

Quienes privilegiaron razones personales por encima de su obligación como funcionarios del Estado ,el juramento de su profesión y la  carga pública mayor que es la protección de la salud  física y mental de los niños y las niñas, como marcan los tratados internacionales suscriptos por la Argentina , han incurrido en una falta no solo legal, sino ética.

Una familia que se acercó al sistema de Salud Pública y a la Justicia  para pedir ayuda, se encontró con objeciones de conciencia, ingerencias confesionales de la Iglesia católica, magistrados/as que no cumplieron con su deber de cuidado y Consejos Médicos que, cual juego de la mancha o «pase y no vuelva» , terminaron devolviendo la responsabilidad a la familia, cuando ya consideraban que era tarde para realizar una intervención.

Sería muy difícil encontrar una serie mayor de contradicciones entre los fundamentos esgrimidos y los resultados.Poco importaron los pedidos de ONG de DDHH y entidades feministas . Jueces y juezas, médicos y médicas pusieron por encima de la ley sus apreciaciones personales finalizando en el colmo de responsabilizar a la familia de un nuevo pedido que ya estaba hecho desde del comienzo y agregando una actitud manipuladora para que esa solicitud nunca se cumpliera.

Ellos y ellas  serán los responsables de lo que suceda con esa niña durante un embarazo rechazado, producto de una violación por parte de un familiar, y de quien nazca como consecuencia. Y son responsables ante una sociedad que espera de sus empleados, porque es lo que son, el cumplimiento de sus funciones en los cargos para los que fueron nombrados/as. Sociedad que no solo paga sus sueldos, en su gran mayoría pagó su carrera profesional.

 Quienes olvidan que el ejercicio de su poder sobre la vida de los otros y otras es consecuencia de una delegación que hace solo a un momento y una circunstancia, creen encarnar el Poder y hacen abuso del mismo. En el caso que nos ocupa, ese abuso ha reiterado el abuso sexual original.

12 de agosto de 2011

 

 

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