A ocho años del debut de Crucero en la Liga Posadeña

Ocho años se cumplen hoy 28 de junio, del primer partido oficial del club Crucero del Norte en el torneo de Primera A de la Liga Posadeña de Fútbol. Ocho años, parecen pocos, pero pasaron tantas cosas…

 

 

No era habitual que un equipo de fútbol de salón, tan reconocido a nivel nacional, decidiera saltar al fútbol once y competir en la Liga Posadeña, bajo la órbita de Asociación del Fútbol Argentino (Afa). No fue una idea de la noche a la mañana y como siempre ocurre en Crucero, se llevó adelante con convicción y firmeza y un horizonte claro: Trascender las fronteras de la provincia.

Con la pelotita más chica, en una cancha de dimensiones reducidas y bajo techo, el nombre de Crucero del Norte se escuchó en todo el país. Es que con el fútbol de salón, el equipo “de la empresa de colectivos”, conquistó títulos locales, provinciales y nacionales y se dio el gran gusto de jugar certámenes Sudamericanos y Panamericanos de Clubes. En los 90 y a principios de la década pasada, la camiseta amarilla y naranja, era la bandera del futsal de la tierra colorada en cualquier complejo deportivo del país y con una formación plagada de misioneros, hizo pata ancha en recordadas finales en Mendoza o Mar del Plata y en casa era prácticamente imbatible. Catapultó a jugadores a la selección argentina como Luchi Caballero, Mario Benozio y el interminable Freddy Cuba, por citar algunos y desde el interior, reclutó jóvenes promesas que formaron parte del recambio. Desde Montecarlo llegaron Pedro Brítez y Darío Piñeyro, para seguir conquistando títulos domésticos pero en tiempos donde no existía el Futsal Afa como para aspirar a jugar la Copa Libertadores en esa disciplina o el Mundial de Clubes, los hermanos Koropeski decidieron buscar un desafío mayor.

Lo que parecía una ocurrencia disparatada, comenzó a hacerse carne a fines de 2002 y principios de 2003, cuando la idea tomó fuerza, cobró vida y tras varios partidos amistosos en Garupá y el interior de la provincia, Crucero del Norte estaba listo para pegar el salto “a cancha grande”. Con varios integrantes del equipo de fútbol de salón del momento, el 28 de junio de 2003, La Asociación Mutual del Personal de Crucero del Norte debutaba oficialmente en la Liga Posadeña de Fútbol, con victoria ante Huracán por 2 a 0. En aquel primero equipo que se presentó en cancha de Mitre jugaron el arquero Luchi Caballero; Mario Benozio, Koki Allou, Javier Romero, Bruno Smorzewski, Pedro Brítez y Freddy Cuba, símbolos del futsal. Junto a ellos, Hugo Jara, Néstor “Piquete” Bado y Alcides Garrido, entre otros, quienes fueron los protagonistas de un hecho histórico que ocho años después parece tan lejano y no porque el calendario no sea benévolo, sino porque los logros deportivos que sobrevinieron, superó las expectativas de los agoreros, que pronosticaban una despedida muy rápida, para los que todavía los calificaban como el equipo “de fútbol de salón”.

Juan José “Chelo” Peralta, utilero, dirigente y de todo un poco en aquellos años de los primeros pasos de Crucero en la Liga, contó que “era raro ver a jugadores que siempre jugaban en 40 metros, pasar a correr en una cancha de casi 100 metros. Empezamos con un poco de cautela y al final, en el primer torneo que jugó Crucero en la Liga, terminamos cuartos”, recordó. Pero aquel campeonato fue sólo la carta de presentación de una continuidad conocida e irrepetible hasta el momento en el fútbol misionero. Al año siguiente vino el título de campeón en la Liga, la participación y el ascenso desde el torneo del Interior al Argentino B; las cinco temporadas en la difícil división de ascenso y el gran salto al Argentino A, a punto de iniciar la tercera temporada.

Hoy, ocho años después, el entusiasmo de la familia Koropeski y el gran grupo humano que desde la primera hora lo acompaña, sigue intacto. Ellos están demostrando que la trillada frase “proyecto a largo plazo” en Crucero se lleva a cabo sin interrupciones y sin concesiones. Paralelamente a los resultados deportivos, crece una institución con un complejo turístico de primer nivel e instalaciones que ya merecen jugar en Primera A. “El próximo objetivo es claro, ascender a la Primera B Nacional y en el próximo torneo será nuestro tercer intento”, repite a quien quiera escucharlo Julio Koropeski, hoy presidente del club, mientras todavía recuerda aquellas tardes cuando recorría los terrenos donde yace el complejo de Santa Inés y observaba hectáreas y hectáreas de monte que sólo albergaban el gran sueño de una familia futbolera.

Ocho años después, la misma pasión que transmitía en el fútbol de salón, hoy contagia a todos los misioneros en el fútbol “once”.

 

Fuente: Club Crucero del Norte

 

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas