La centenaria Unión Cívica Radical peleaba anoche voto a voto por el segundo puesto (muy lejano del primero) frente a partidos nuevos y sin estructura, mientras que el PJ -su rival histórico- ni siquiera aspiraba a dar esa lucha.
En los últimos ocho años los partidos históricos pasaron de pelear voto a voto por los principales cargos electivos de la Provincia a disputarse el título de primera mayoría con fuerzas políticas sin trayectoria ni estructura. El candidato a gobernador por el radicalismo, Luis Pastori, en un alarde de optimismo, consideró que la elección de ayer fue “un paso adelante” para su partido, mientras que su par del PJ, Luis Viana, se limitó a reconocer la aplastante derrota y optó por jugar al misterio respecto a su posible postulación a un cargo legislativo nacional.
A última hora de ayer, mientras el partido Renovador festejaba triunfos en 74 de los 75 municipios de Misiones, en las sedes partidarias de Fransisco de Haro y López y Planes contaban de a uno sus votos con la esperanza de haber podido superar a frentes que ayer hicieron su primera experiencia en las urnas, como Trabajo y Progreso (que postuló a Claudio Wipplinger), Frente de la Esperanza (Ricardo Andru-szyszyn) y al Partido Agrario y Social, que participó por segunda vez de un comicio.
“Un paso adelante”
Lejos de hacer una valoración negativa de las elecciones de ayer, Pastori consideró que para el radicalismo el de ayer fue “un escalón hacia arriba”, aunque reconoció que para recuperar al partido habrá que que recorrer “una escalera muy larga”.
Aunque advirtió que solo contaba con datos preliminares, el líder radical confió a última hora de ayer que “vamos a quedar en una muy buena posición de primera minoría”.
Opinó que el partido viene creciendo en presencia territorial y valoró que tendrá un representante en los consejos deliberantes de Caraguatay, Concepción de la Sierra, Puerto Iguazú, Montecarlo, Jardín América, Apóstoles e Itacaruaré.
Para Pastori el camino pasa por reconstruir el partido en todos los municipios, aunque advirtió que la vigencia de la Ley de lemas, a la que calificó como tramposa para la oposición.
Ahora las expectativas del centenario partido están cifradas en la mística de un apellido: Alfonsín. De cara a las elecciones nacionales de octubre, los radicales de la provincia esperan que el hijo del ex presidente Raúl Alfonsín consiga perfilarse como el principal opositor de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y consiga así un buen caudal de votos que permita a sus candidatos a legisladores nacionales hacer una buena elección.
Se callaron los bombos
En el Partido Justicialista el panorama era aún peor. Sin el consuelo de siquiera pelear por un devaluadísimo segundo puesto, la sede peronista mostraba anoche una postal inusitada para un día de elección, con el silencio como principal protagonista.
Al cierre de la edición, su candidato a gobernador, Luis Viana, se limitó a reconocer «el triunfo histórico de Maurice Closs en los comicios celebrados en el día de la fecha».
Consideró además que «el pueblo misionero se expresó claramente en las urnas y desde nuestro espacio político somos respetuosos de la voluntad popular y de la democracia».
