Apareció otra «hija» de Manubens Calvet

– ¿Sabés quién acaba de fallecer?, tu padre.

–¿De qué estás hablando?

Sabina Quiroga, levantó la tapa del diario y la acercó a los ojos de su hija María Ercilia. “¡Éste es realmente tu padre!”, gritó mientras apoyaba el dedo sobre la fotografía del millonario hacendado Juan Feliciano Manubens Calvet.

María Ercilia no podía dar crédito a la revelación de su madre, esa mañana del viernes 6 de marzo de 1981. El dueño de una de las fortunas más grandes del país había fallecido el día antes en una clínica de Villa Dolores. El deceso se produjo cuando aún no se había cumplido la primera hora de ese jueves y nadie acompañaba al poderoso terrateniente que fue varias veces intendente de Villa Dolores y legislador provincial por la UCR, durante el gobierno de Amadeo Sabattini (1936-1940).

Sabina le contó a su hija que de soltera trabajó como empleada doméstica en el domicilio particular del hombre fuerte de Traslasierra. “Por ese contacto con el señor Manubens Calvet, mi madre tuvo encuentros de carácter íntimo con él mismo, encontrándose ella, en ese momento, sin pareja alguna. Como consecuencia de esas relaciones íntimas, mi madre queda embarazada del señor Manubens Calvet”. Así comienza lo que podría denominarse el primer capítulo de una nueva historia, detrás de la cual se pretende heredar la fortuna de Manubens Calvet y desplazar así a todos los sobrinos nietos que desde hace 30 años intentan repartirse la herencia del polémico terrateniente que, según aseguran (y hasta ahora nadie pudo probar lo contrario), no podía tener hijos.

Presentación. María Ercilia Centeno, una jubilada de 79 años, se presentó el miércoles 15 de este mes ante el juez Osvaldo Pereyra Esquivel, a cargo del Juzgado Civil de 32ª Nominación, reclamando el “estado de hija extramatrimonial en contra de todos los herederos de Juan Feliciano Manubens Calvet”. Paralelamente, ante el mismo magistrado, la mujer inició una acción de impugnación de paternidad de hija extramatrimonial.

Argumentos. Para justificar su reclamo, María Ercilia afirma que al poco tiempo de quedar embarazada, su mamá conoce a Crisólogo Ignacio Centeno. Al enterarse del embarazo y sabiendo de que no era suyo, Crisólogo se casa con Sabina Quiroga y reconoce a María Ercilia como su hija biológica. A esta altura del relato, la jubilada que es viuda y vive sola en un barrio de esta ciudad, aclara que Crisólogo la reconoció como hija propia, “a los efectos de evitarle a mi madre una deshonra y descrédito, al ser madre soltera, ya que en dicha fecha (año 1930) el serlo creaba una deshonra y descrédito para la mujer que tuviera un hijo sin ser casada”.

Ahora bien, cabría preguntarse por qué esta jubilada dejó transcurrir 30 años. La respuesta está en el escrito presentado ante el juez Pereyra Esquivel: “Hasta hace poco tomé como indiferente lo expresado por mi madre; pero todo ese tiempo, desde que me dijo mi madre quién era mi padre biológico, hizo despertar en mi la necesidad de conocer mi real identidad paterna”.

En su presentación, la mujer solicita que se le realice una prueba de ADN a fin de compararla con la de Manubens Calvet. Como prueba documental aporta el Acta 318 del Registro Civil de Villa Dolores donde consta que el 3 de diciembre de 1930, Crisólogo Centeno declaró que el 22 de noviembre de ese año, en su domicilio nació María Ercilia, hija legítima suya y de Sabina Quiroga. Agrega además el certificado de defunción de Centeno, fallecido en 1934.

La aparición de una nueva “hija” del hacendado, se produce cuando Manuel Maidana es juzgado, junto con el abogado Luis Cima, por estafas procesales en el intento de acreditar que el correntino era hijo legítimo del multimillonario terrateniente. ¿Será casual que cada vez que se cae un heredero universal de la fortuna estimada en 400 millones de dólares aparece un reemplazante?