Un misionero trabaja en el satélite SAC-D que fue lanzado al espacio

Genio misionero. El joven que está a cargo de mantener en órbita al satélite, se crió en Leandro N Alem.

Genio misionero. El joven que está a cargo de mantener en órbita al satélite, se crió en Leandro N Alem.

Mauricio Lange, de 34 años, es oriundo de Leandro N. Alem y egresó de la EPET 9 de esa localidad en 1994. Actualmente es el ingeniero a cargo de la plataforma de comunicación del satélite argentino SAC-D que fue lanzado días atrás desde Estados Unidos. 

De exportación. Mauricio Lange, el orgulloso hijo pródigo de Leandro N. Alem.

De exportación. Mauricio Lange, el orgulloso hijo pródigo de Leandro N. Alem.

Mauricio Lange nació en Leandro N. Alem hace 34 años y es el ingeniero encargado del mantenimiento de la plataforma de comunicación del satélite argentino SAC-D/Aquarius que fue lanzado la semana pasada desde la base de la Fuerza Aérea Vandenberg, en California. El aparato, que ya se encuentra en órbita, envía información que permitirá medir la salinidad del mar y el comportamiento climático. En una entrevista exclusiva concedida a este medio, el «hijo prodigio de Alem», confesó sentirse orgulloso de formar parte de este prestigioso equipo de profesionales argentinos y valoró el extraordinario momento por el que atraviesa la ciencia en el país. 

 

Su trabajo

«Mi tarea consiste en asegurar que la plataforma del satélite, la parte que produce la comunicación con las estaciones, funcione de manera óptima, con buena potencia y con los parámetros para asegurar que su misión se cumpla», contó Lange.

Recordó con cariño su tierra natal y en especial a los excelentes profesores de la Escuela Provincial de Educación Técnica Nº 9 de Alem, de la cual egresó en 1994. Su sueño de convertirse en un científico lo llevó a la Universidad  Tecnológica Nacional (UTN) de Córdoba, donde se recibió de ingeniero.

«Mi ingreso a la Conae -Comisión Nacional de Actividades Espaciales- se dio gracias al esfuerzo invertido en un trabajo final de la facultad. Así pude ingresar a trabajar a la parte de cohetes y relacionarme para empezar a desarrollar mi vida profesional. En julio del 2009 comencé a trabajar en el satélite», contó.

Respecto a la experiencia vivida junto a los científicos de la NASA, consideró que lo único que los diferencia de sus pares argentinos son los recursos tecnológicos.

“A los científicos argentinos lo único que nos falta son recursos tecnológicos, a nivel profesional estamos iguales, se puede hablar de igual a igual con un colega de la Nasa y eso es maravilloso”, agregó.

 

Buen momento

Una de las cuestiones que destacó Mauricio fue el gran momento que vive hoy la ciencia en el país. Recordó que cuando inició sus estudios universitarios, quedaban pocos científicos dispuestos a enseñar y hoy hay trabajo.

“Años atrás no había fondos, no había recursos y no había plata. Por suerte hoy la cuestión es diferente y pensar que antes corrimos el riesgo de perderlo todo”, dijo.

“Lo que viene ahora es una etapa donde se ponen a punto cada uno de los instrumentos el satélite, que se calcula entre los primeros dos meses. Después asegurarnos de mantener sus funciones operativas», puntualizó.

 

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