Crece la polémica por venta de ropa trucha en el centro

El hallazgo de zapatillas falsificadas que se ofrecían a altos precios en locales del microcentro confirmó que esta práctica ya no se limitaba a circuitos de comercio informal. El empresario carlos palombo aseguró que muchos locales del centro se abastecen en la salada

Los casos de falsificación marcaria detectados en comercios del centro de la ciudad la semana pasada abrieron un fuerte debate sobre el tema.

Por su condición de ciudad fronteriza, Posadas siempre estuvo expuesta a este tipo de operaciones reñidas con la ética comercial, pero tolerada, en espacios claramente delimitados, tanto por compradores como por todas las autoridades encargadas del control.

Pero lo que desató la polémica fue que esta vez se encontró indumentaria trucha fuera de los circuitos comerciales en los que tradicionalmente se vende este tipo de mercadería, como la Placita o en los improvisados locales de los mesiteros, por ejemplo. El hallazgo se produjo en locales del microcentro, donde productos burdamente falsificados se vendían a precios correspondientes a prendas originales de las marcas más exclusivas disponibles en el mercado local.

La primera piedra la arrojaron el representante de la firma Lacoste para todo el Litoral del país, Carlos Magonio y Jorge Abildgaard, propietario de Laredo Hombres, firma que es representante oficial de la marca para Posadas.

A partir de esa denuncia, un operativo de la Afip detectó que comercios del microcentro vendían zapatillas truchas que imitaban la marca del cocodrilo y que lo hacían a precios similares que los que cuestan los modelos originales.

El suceso vino a sustentar una sospecha para nada nueva: que no solo en la Placita se vende ropa trucha.

Como nafta al fuego llegaron luego las declaraciones de Carlos Palombo, uno de los empresarios más importantes del rubro reventa de indumentaria de la capital provincial. El empresario salió a hablar el domingo último y no dudó en afirmar que “99 por ciento de la ropa que se vende en Posadas viene de La Salada”.

Las repercusiones no tardaron en multiplicarse ayer durante todo el día.

El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP), Mario Ortigoza, dejó en claro la postura de la entidad. “Siempre estuvimos en contra de la falsificación y de toda maniobra que implique competencia desleal”, dijo. Enfatizó además que si Palombo o cualquier otro empresario tiene algún dato, debe hacer la denuncia a los organismos encargados del control.

Advirtió que los comerciantes honestos no son los únicos perjudicados por esta práctica, muy por el contrario quienes más la sufren son los propios trabajadores, ya que mucha de la mercadería trucha se fabrica en talleres clandestinos y con mano de obra esclava.

Otros, como Marcos Ahumada, gerente de Galver, dejaron en claro que en sus comercios nunca se vendió nada trucho.

 

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