Se consolida la cuenca de caña de azúcar orgánica del Alto Uruguay

Numerosos colonos tomaron créditos y los invirtieron en la producción sin fertilizantes. Son pequeños agricultores que siembran un promedio de tres hectáreas y abastecen al ingenio azucarero de San Javier. 

on el objetivo de  incorporar una nueva alternativa productiva, los colonos de San Javier empezaron a sumarse a las plantaciones de caña de azúcar con el propósito de abastecer al ingenio azucarero del Instituto de Fomento Agro Industrial (Ifai) que funciona en la localidad y para destinar a suplemento de alimento ganadero.

En ese contexto, hace unas semanas un importante número de productores fue beneficiado con créditos que se otorgan en el marco del Programa Proalimentos. “La mayoría tomó créditos para plantar caña de azúcar en superficies que oscilan entre tres y cinco hectáreas”, explicó el ingeniero  Ariel Olivera, Técnico del Ministerio del Agro que lleva adelante el trabajo de acompañamiento en campo.

Se trata de agricultores que no disponen de una gran capacidad de producción, por eso siembran en pequeñas superficies. La mayoría que accedió al préstamo está trabajando con la variedad orgánica; muy pocos se inclinaron por la convencional. “Los que plantan convencional lo hacen para preparar alimento para ganado”, aclaró el técnico.

 

Variedades

La elección de las variedades para la siembra de caña de azúcar depende básicamente de las oscilaciones que presente el terreno. La semilla “Tempranera”, por ejemplo, tiene la particularidad de adaptarse a zonas bajas, y de poseer un 14 por ciento de dulzura en sus tallos ya en lo meses de mayo o junio. “Es decir  ya están en condiciones de ser cosechadas antes de la época de las heladas”, sostuvo el ingeniero. “Pero es una semilla muy exigente con el suelo; requiere necesariamente corregir la acidez del suelo rojo o toscoso”.

La “Campos Brasil”, en cambio, es una variedad más resistente que la anterior, no requiere de tantos trabajos de limpieza y tiene una maduración óptima en septiembre y octubre. “Por lo general, se plantan en terrenos altos”, dijo Olivera.

 

Rendimientos

El rendimiento por hectárea que se da en la zona es bastante bajo. “Apenas se llega a 30 toneladas por unidad productiva cuando se puede alcanzar las 70 toneladas si se utiliza fertilizante, pero ahí dejaría de ser orgánica”, señaló.

“De todas maneras – continuó- existen fertilizantes orgánicos que ayudan progresar en los rendimientos. Sé que algunos productores están obteniendo entre 60 y 70 toneladas de caña orgánica”.

Para llegar a un nivel de rentabilidad del ingenio azucarero del Ifai lo ideal sería alcanzar las 2.500 hectáreas cultivadas. “Medianamente nos estamos acercando a esos números”, dijo Olivera.

Este año se cosechará la caña de azúcar que se sembró en agosto – septiembre del año pasado. Ocurre que un buen número de colonos estuvo recibiendo créditos hasta noviembre y diciembre del año pasado, es decir que plantará recién este año y recién la producción entrará a la industria en 2012.

Al tratarse de una zona productora cañera por excelencia, el circuito de producción está bien armado. En algunos casos, los colonos ya poseen semillas; los que no tienen compran a otros colonos que disponen de semilleros. “Es aconsejable que el que se inicia recién en la actividad compre semilla de otros colonos de la zona que ya disponen de variedades de caña que se adaptan perfectamente a nuestra región”, aconsejó el ingeniero.

 

Costos y precios

El precio del producto también es un factor que el productor tiene en cuenta a la hora de plantar. “Estamos esperanzado en que las mejoras de las cotizaciones lleguen a los bolsillos del productor, vemos que el precio del kilo de azúcar en el supermercado subió bastante respecto al año pasado. También subió el precio del azúcar orgánico y estamos a las expectativas de que esa situación se refleje en la economía de cada productor. De todas formas, en Misiones se paga mejor en otras provincias”, aseguró el técnico.

Caso de éxito: caña por tabaco

Miguel Ángel Machado es un productor de San Javier que destinó la gran parte de su vida a plantar tabaco. Hace poco más de 5 años decidió dedicarse de lleno a otras actividades que le significaran mejores ingresos. En la actualidad, con seis hectáreas de la variedad orgánica, es uno de los grandes plantadores de caña de azúcar que tiene el alto Uruguay misionero.

Sus chacras certificadas para la producción orgánica están situadas en el Paraje Los Galpones, de la mencionada localidad. “Si fertilizara mis chacras podría hacer más kilos por hectárea, pero perdería calidad orgánica”, indicó.

Machado destina casi la totalidad de la producción al ingenio azucarero, y una pequeña parte a la elaboración de alimentos para ganado. Hasta hace unos años, el agricultor se dedicaba íntegramente a plantar tabaco. Sin embargo, merced a un crédito que obtuvo en el Proalimentos pudo invertir en otras actividades. “Tomé un préstamo de 25 mil pesos para comprar ganado y 15 mil pesos para plantar caña de azúcar en cinco hectáreas porque también me dedico a la ganadería. Es decir que en mi chacra hacemos caña de azúcar para el ingenio y para dar alimento a los animales”, explicó.

 

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