Pese a las inclemencias del tiempo, los pedidos de salud, trabajo, fe y agradecimiento a Dios se hicieron presentes en el Cerro Monje de la localidad de San Javier
La tradicional representación del Vía Crucis viviente, luego del rezo en cada estación de la Pasión de Cristo, fueron los puntos más emocionantes de la jornada.
Los fieles, con motivos diferentes se acercaron hasta la cima del Cerro Monje, lugar cargado de fe y esperanza.
Agradecimientos por estudios, salud y pedidos son los motivos principales que llaman a los feligreses a realizar sacrificios y peregrinaciones en estas pascuas.
Al momento de reflexionar, los fieles llaman a toda la comunidad a que se acerque más a Dios y en todo momento, «no solamente en la necesidad o la enfermedad».
La misa no fue presidida por el Obispo Santiago Vitar debido a problemas personales, pero la realizó el cura párroco de la iglesia de San Javier.
El Intendente de San Javier, Rubén De Lima Natividade se mostró sorprendido por la cantidad de gente que se acercó a pesar de la lluvia. “El Cerro Monje es una tradición, es una creencia natural y más allá de la lluvia le gente se acerca”.
El Cerro del Monje en San Javier es sin dudas alguna “Sinónimo de Semana Santa”, fiel testigo fueron los 16.000 peregrinos aproximadamente, que dieron cita para participar de las actividades en el Cerro, amén de la intensa lluvia descargada en la mañana del viernes Santo.
Las muestras de fe y templanza, no se hicieron esperar, pues desde un día antes comenzaron a llegar decenas de fieles que provenían de diferentes puntos de la provincia y países vecinos, como atraídos por un irresistible misterio, silenciosos se dirigen a hacer oración en la humilde capilla de la Exaltación de la Santa Cruz.
La Iglesia como todos los años acompañó de cerca a sus fieles, brindando toda su organización, su apoyo y la presencia marcada de varios sacerdotes venidos de las parroquias vecinas.
En el Crepúsculo del jueves Santo, se dio comienzo a la Celebración de los Misterios de la Pascua del Señor: Procesión con antorchas y conmemoración de la Santa Cena, seguida de la adoración del Santísimo.
Durante la noche, centenares de peregrinos alcanzaron la meta, y el viernes Santo, los accesos al Cerro del Monje se convirtieron en una Multitudinaria e indescriptible procesión acompañada de una torrencial lluvia la cual dificultó a un mas el acceso al montículo.
La mañana del Viernes Santo estuvo marcada por la meditación casi ininterrumpida por las celebraciones en la humilde capilla, mientras sacerdotes estaban a disposición de quienes desearon recibir el Sacramento de la Reconciliación.
La Lluvia que era intensa cesó, como una señal del creador, justo en el momento cumbre y más esperado de la mañana, la escenificación de la Pasión de Cristo a cargo de Jóvenes de la Parroquia San Francisco Javier. La multitud se acercó y participó atentamente de la obra, donde la emoción afloró y lagrimas brotaron de muchos peregrinos.
El padre Rómulo Leguizao Cura Párroco exhortó a la feligresía a vivir en Cristo para que la vida tenga sentidos “solamente si vivimos con Cristo nuestra vida tendrá sentidos” agregó
Seguía el padre: “Podríamos decir que hablar de Semana Santa en Misiones es hablar de Cerro del Monje, lo más importante es recordar que el Cerro es un lugar de oración en donde la gente encuentra paz, alegría y por eso estamos muy agradecidos por contar con este lugar, que nos ayuda a fortalecer a nuestra espiritualidad”.
Voces de algunos peregrinos
María de Apóstoles “vengo todos los años, el Cerro del Monje es un lugar apto para pagar promesas y sentir la energía de ese lugar”
Juan Berberian que vino de Buenos Aires decía: “vengo casi todos los años a agradecer todos los bienes que he recibido, el Cerro Monje para mi forma parte del paraíso terrenal, es un lugar muy espiritual”
Blanca Da Silveira decía “El Cerro Monje es un lugar muy espiritual”
Juan Gonzalez: “Hace 12 años que vengo en bicicleta de Posadas y cada año encuentro más lindo, vengo a pedir por la salud de todos mi familia. Cada año encuentro más hermoso este lugar, Salí el jueves santo a las 4 de la mañana en bicicleta, vengo a pedir que no me falte nunca el trabajo”. (José Rigo 5 sentidos en Red)
