Profesora de gimnasia aprendió artesanía como «algo terapéutico» y hoy tiene su propio negocio

Natalia Rossi preparó muchos conejos de todo tamaño para esta Semana Santa.

Natalia Rossi preparó muchos conejos de todo tamaño para esta Semana Santa.

Natalia Rossi, de 38 años, es salteña y hace doce años que vive en Posadas. No estudió ni hizo cursos para ser lo que hoy es, una artesana que tiene su propio negocio y dicta cursos, además es profesora de gimnasia especializada en la tercera edad, ritmo latino y psicología próximamente. Su oficio le nació cuando estaba en cama con un embarazo de alto riesgo y no me iba a quedar sin hacer nada». Ahí comenzó todo, «como algo terapéutico». Aprendió mirando revistas y observando a sus dos hijos cuando jugaban, y así arma muñecas, souvenirs para nacimientos, bautismos y cumpleaños, y para esta Semana Santa preparó portahuevos de Pascua de todo tamaño. Actualmente, a través de su local La Botica -Santa Fe casi Buenos Aires- da clases donde «los adultos, el 50 % vienen por terapia, los demás porque quieren aprender y vender».

 

Los souvenirs que más piden son de angelitos, haditas y muñequitas.

Los souvenirs que más piden son de angelitos, haditas y muñequitas.

En dos días arma una muñeca, en realidad las confecciona en serie.

En dos días arma una muñeca, en realidad las confecciona en serie.

"Preparo muchas muñecas para que la gente tenga opciones al elegir".

"Preparo muchas muñecas para que la gente tenga opciones al elegir".

 

Ella es artesana amateur, Natalia Rossi, de 38 años, no estudió para ser artesana, dice que la creatividad le salió de adentro, ella es profesora de gimnasia y esa faceta le descubrió cuando estaba con embarazo de alto riesgo, “busqué cosas para hacer en mi cama”, y empezó como “algo terapéutico”.

Ahora da cursos y los adultos, el 50 % vienen por terapia, los demás porque quieren aprender y vender.

Comenzó pintando sobre tela a los 26 años, y dejó cuando nació la hija y “con el tiempo salió esto de tener un negocio y compré el fondo de comercio, vendía solo velas y luego por cuestiones económicas me mudé a este lugar”. Su local que se llama “La Botica” está en Santa Fe casi Buenos Aires.

 

Allí comenzó con la parte de artesanías, mirando las revistas y principalmente “observando mucho a mis dos hijos, creo que mi mayor motivación es mi nena, de 13 años, mirándola a ella y a él hice muchos souvenires, pensados porque los ví a ellos en esas posiciones muchas veces a ellos, lo mío es más por el lado psicológico respecto al trabajo y en relación a mis  hijos”.

«Es tan simple nada más que hacer artesanías te tiene que gustar», dice y recuerda que hace siete u ocho años está dedicada “a full” con su negocio.

 

Elabora y vende velas, muñecas, todo lo que es souvenirs para cumpleaños, bautismos y nacimientos, que es lo que realmente se vende. Piden muchas haditas y muñequitas pequeñas, se vende mucho más para nacimiento y bautismo, todo lo que es angelito también se vende, es lo que más sale”, acota.

 

Algunas artesanías también las compra, pero aclara que poco y nada, y los materiales que utiliza “trato que sea de reciclaje de tela”.

 

En los cursos, la mayoría de asistentes son mujeres, y no acepta varones “porque intenté y la mezcla entre nenas y nenes no me funcionó, no me siento capacitada como para poder darles clases mixtas,  los nenes son muy inquietos y también está que las mamás confunden mucho entre mandar a un curso de artesanía y depósito de niños, es una realidad, les aclaro de entrada cuando vienen acá”.

 

Los cursos son de dos horas semanales, un solo día, «el de niñas los doy con materiales por una cuestión de que ellas no manejan el mismo tiempo que un adulto, ellas son muy creativas y se le prepara el material, se pone sobre la mesa y ellas trabajan, el adulto es más esquemático”, resalta la artesana.

 

Los asistentes comienzan desde hacer cosas muy pequeñas hasta a hacer muñecas más grandes y elaboradas en poco tiempo.

 

Cómo arma las muñecas

En cuanto a muñecas prepara no sólo para nenas sino también para nenes, y muñecas para la puerta, “antes de hacer un trabajo pienso, cuando voy a armar una muñeca lo primero que armo es la cabeza, mucho después me fijo los vestidos, el tamaño, porque de acuerdo al tamaño de la cabeza es el tamaño de la cabeza, ahora está preparando una muñeca grande, de casi 40 centímetros de alto, y asegura que le lleva dos días armar, a veces menos porque armo todas las cabezas, brazos cuerpos, trabajo en serie, yo ya tenía cuatro muñecas le hice en menos de una semana, cuando se arma una muñeca como que no es productivo, para hacer producción de muñecas hay que trabajar en serie, igual que los souvenirs, se arman primero todas las cabezas, se rellenan, luego ser arman los cuerpos y se rellenan, y después se van fijando qué cuerpo pega con qué cabeza, porque no todas salen del mismo tamaño, es algo artesanal no industrial.

 

Respecto a la venta, hay meses que no vende muñecas, pero “igual hago porque en algún momento salen, porque a nivel comercial cuántas más tenés el producto te da una opción a venta, porque a la gente le gusta elegir, mis muñecas son todas parecidas pero los vestidos ninguno es igual a otro, lo mismo los detalles,

 

Los conejos para regalar

Tampoco los conejos para poner los huevos de Pascua son iguales. Los arma de materiales varios, como tergopol, goma eva, mucha tela, cartón y porcelana fría, aunque no trabaja tanto con este material. Tiene conejos con bolsas portahuevos desde 1,75 a 10 pesos los de goma eva.  Un conejo grande a 35 pesos. Medialunas con angelitos a 68 pesos la docena.

 

En el negocio otros artesanos aportan con fuentes de agua, portavelas de hierro, cuadros tallados de madera y figurines los realiza su hermana, objetos con recortes de “fibrofácil”. La artesana también como forma de trabajo pinta algunas figuras de yeso.

 

Todo lo aprendió sola, luces y sombras, realismo, fantasía, mirando las revistas que le prestaban, algunas que compraba como las de goma eva.

También tiene regalaría importada de Indonesia como un elefante y una jirafa, que compró de importadores en Buenos Aires. La jirafa está 168 esos, un elefante 130 y un Sol a 60 pesos.  En un tiempo estaban de auge, se vende mucho al igual que las velas que la gente ahora no compra porque están caras y  pasaron de moda, y como es un derivadote petróleo no conviene hacerlas.

 

También tiene máscaras de arcilla que las trae de Salta, una fue pintada por la hija, otra compró a un artesano de Córdoba. Viaja a menudo a Salta porque allá están su madre y hermanas, acá tengo mi familia que armé, mis dos hijos y mi marido, mi trabajo y mis alumnos en Ajuppaprom, donde da gimnasia para la tercera edad. “Mi especialización es en tercera edad, ritmo latino y ahora estoy haciendo psicología para la tercera edad”, dice. Tiene 70 alumnos abuelos y abuelas, a quienes da clases tres veces a la semana.

 

 

 

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