Aparecieron otros herederos del millonario Manubens Calvet y piden esperan celeridad de la justicia cordobesa

Los hermanos cordobeses Juan Carlos y Gladys Guzmán, quienes fueron confirmados genéticamente como herederos del millonario fallecido Juan Manbens Calvet, manifestaron sus esperanzas de que «la Justicia se expida lo más pronto posible para mejorar la calidad de vida de su entorno familiar.

«Nuestra urgencia es mejorar la calidad de vida de mi hija, que es discapacitada, y de mi hermano que está internado» como consecuencia de un accidente de tránsito, dijo Gladys.

La mujer se mostró confiada en «una Justicia sensible» por lo que tiene «esperanzas de que esta situación se va a resolver en el menor tiempo posible para poder disponer de lo que nos corresponde».

Los Guzmán recibieron a Télam en su casa del barrio Alberdi en la ciudad cordobesa de Río Cuarto y en forma contundente los hermanos coincidieron en que «nunca estuvo en duda el vinculo con los Manubens Calvet. Podrán decir lo que quieran pero la verdad está en nuestras venas», dijo la mujer.

Gladys, que destaca en todo momento la «humildad y dignidad» de la familia aún sabiendo que detrás de ellos los espera parte una fortuna de alrededor de 400 millones de dólares, aclara que «nunca especulamos con la posibilidad de hacernos de algún dinero que no nos correspondiera. Si lo hacemos es porque somos Manubens Calvet».

Juan Carlos recuerda que su padre, Angel Humberto Guzmán fallecido a los 40 años en 1963, «siempre nos contaba de su parentesco con los Manubens Calvet, pero no sabíamos con cuál de ellos», hasta que el Centro de Estudios y Procesos de Córdoba (Ceprocor) confirmó que era hijo de José, el hermano del millonario hacendado que vivía en Villa Dolores, localidad ubicada en traslasierra de Córdoba.

Su abuela, recuerda Gladys, trabajaba en el domicilio de la familia Manubens Calvet y fue allí que tuvo un romance con José.

Juan Carlos está separado, tiene dos hijas y hace «changas» para poder vivir, mientras que Gladys ocupa todo su tiempo con su hija discapacitada, que requiere una atención permanente.

«A mí el dinero que pueda obtener no me va a cambiar nada, pero sí quiero darle lo mejor a mi hija. El resto está decidido y es para ayudar a mi gente, a mi barrio y especialmente a la institución `No estarán sólos` que atiende a las personas discapacitadas», contó.

Los hermanos contaron que hay pasos legales que hay que seguir como el trámite para portar el apellido Manubens Calvet, un requisito que exige la Justicia para el reclamo formal.

«Los análisis han demostrado la filiación, por lo tanto no creo que el resto del trámite judicial lleve demasiado tiempo y espero que no aparezcan nuevos obstáculos», dijo Gladys.

El caso de reclamo de la herencia de Juan Feliciano Manubens Calvet comenzó a partir de la muerte del hacendado, ocurrida el 5 de marzo de 1981, luego de permanecer internado en un centro asistencial de Villa Dolores.

Al momento de la muerte, con 76 años, no tenía hijos reconocidos, aunque luego se gestionaron varios trámites filiatorios de distintos grados parentales, en la mayoría desestimados por la Justicia.

De acuerdo a los datos que públicamente se conocen de la causa, el millonario hacendado se dedicaba a la actividad agropecuaria y también se desempeñó en la función pública como intendente de Villa Dolores, en dos oportunidades, y también como legislador provincial.

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