Más de 30 misioneros ya fueron intervenidos con cirugía laparoscópica

El Hospital de Nuestra Señora de Fátima se convirtió en los últimos meses en uno de los centros de referencia más importante de Misiones, en cuanto a intervenciones no invasivas. Son 33 los misioneros que ya se han realizado una cirugía laparoscópicas (CL) de vesícula en el nosocomio

De esta manera, a partir de enero de 2011, en  Zona Capital de la provincia se cuenta con dos centros asistenciales que brindan este tipo de cirugías: el Hospital Escuela de Agudos Dr. Ramón Madariaga y el de Fátima.

El servicio está a cargo del doctor Santiago Galian, quien manifestó que las intervenciones se realizan dos veces por semana y que desde el funcionamiento del área, las cirugías se han mantenido. 
     
El profesional explicó que esta práctica quirúrgica “consiste en el uso de instrumentos monitoreados por micro cámaras que no requiere internación, con lo cual se disminuye el riesgo de infecciones hospitalarias. Operarse de la vesícula y apenas unas horas después estar nuevamente en casa era algo impensado hace unos veinte años”, resaltó.
     
La idea misma de una cirugía “hasta hoy día -para muchas personas- conlleva una expectativa de internación bajo cuidados médicos intensivos”. Además agregó: “Cuando uno le dice al paciente, luego de practicarle una operación abdominal, en unas horas más usted podrá volver a su casa, te mira sorprendido y te dice “¿cómo, no me va a dejar internado doctor?’”, comentó al respecto el cirujano.
     
El especialista dirige el programa de Cirugía Mayor Ambulatoria en este centro asistencial, consistente en la utilización de laparoscopía en intervenciones de diversa complejidad. Este tipo de cirugías tiene ventajas tanto para el estado como para el paciente. “En primer lugar el Estado se ahorra un 20% en recursos económicos, al ser una cirugía ambulatoria no se necesita tantos insumos porque no necesita de muchas curaciones, ni recurso humano, cama ni internacion”, indicó Galian.
      
En tanto que en  el costo por uso del quirófano se ahorra en compra de instrumental quirúrgico desechable y de fármacos (fungibles) y de la amortización y esterilización del instrumental inventariable, y los costos indirectos producidos por las nóminas del personal (que en la sanidad pública es un costo fijo, independiente del volumen quirúrgico) y por otros conceptos (luz, agua, mantenimiento, etc.).
     
En cuanto a costo de hospitalización se ahorra en cama y estadías del paciente esto quiere decir que al no permanecer internado el paciente hay más disponibilidad de camas para otras patologías. También hay que tener en cuenta un dato que muchas veces no se le da importancia que es el  Costo por discapacidad producida por la intervención quirúrgica en relación a los aspectos sociales y costos para las empresas, producidos por la baja laboral. Estos varían en función del salario bruto, de la base reguladora, del costo de la seguridad social del empleado.
      
Según Galian, las principales ventajas para el paciente son la posibilidad de que cumpla la recuperación en su domicilio, “no causa mucho dolor; el paciente puede caminar rápidamente; puede dormir en su cama y con su almohada; se le suministra antiinflamatorios vía oral; y al no quedar internado no tiene riesgos de contraer infecciones hospitalarias”.
     
También explicó, que actualmente se acepta que cualquier cirugía de abdomen puede realizarse con el método laparoscópico y a pesar de controversias científicas, se puede aplicar a intervenciones de hernias, tiroides, en urología y ginecología.
      
En cuanto al cuidado que debe tener el paciente después de la cirugía, el profesional aclaro que el paciente puede realizar una vida normal, llevando a cabo una dieta a base de carnes magras y comidas sin tenor de grasa,  puede consumir cualquier tipo de liquido  sin gas, incluso el mate y evitar esfuerzos excesivos, otras de las ventajas es que el paciente puede bañarse a las 24 horas de la intervención y no necesita curaciones, ni usar faja.


¿En qué consiste la técnica laparoscópica?
      
Con una microcámara adentro de la panza del paciente se procede de la misma forma que la cirugía convencional; la diferencia está en cómo uno accede al órgano, lo hace por pequeños orificios de entre 5 y 10 milímetros, generalmente uno en el ombligo y el otro en la zona del órgano a operar, y a través de unos canales se envía un sistema de circuito cerrado de televisión; luego, por medio de esa microcámara dentro del paciente, uno va operando el órgano con instrumentales específicos, es decir uno ya no toca el órgano con las manos”, explicó Galián.

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