En diez años crearon una réplica del monte misionero donde sólo había matorrales

El monte sufrió dos incendios y ahora se recupera con nuevas plantaciones.

El monte sufrió dos incendios y ahora se recupera con nuevas plantaciones.

Se trata de la familia Tassi, que han convertido un campo de cuatro hectáreas en una réplica del monte misionero, donde han crecido diversas especies nativas y frutales que atrajeron a los pájaros, tal como era el sueño de Marina, la chica que hace diez años tuvo trascendencia nacional al reunir 700 firmas y proponer ante el Concejo Deliberante de Posadas y al Intendente, que se planten especies nativas en el centro urbano, para que sirva de alimento a las distintas aves que hay en la ciudad capital. 

 

La familia Tassi vive en el centro de Posadas, pero casi todos los días se suben al auto y se van por la ruta 213, pasando la barriada de San Isidro a ver su pequeño pero nutrido monte de especies nativas y frutales, que ha crecido para hacer cumplir el sueño de Marina de concretar su propuesta de hace diez años atrás, cuando tuvo trascendencia nacional al reunir 700 firmas y proponer ante el Concejo Deliberante de Posadas y al Intendente, que se planten especies nativas en el centro urbano, para que sirva de alimento a las distintas aves que hay en la ciudad capital.

 

Hoy la joven tiene 22 años, a punto de cumplir 23,  y le faltan dos para recibirse como genetista en la UNaM, pero cree que no está todo el sueño cumplido, aunque van por ese camino.

 

Ella eligió la carrera de Genética porque está muy vinculada con lo que ama y porque quiere aprender a hacer germinar las semillas y a conformar los viveros de las diferentes especies.

 

Además tuvo la suerte de contar con el apoyo del padre desde el momento que vio la necesidad de defender el medio ambiente.

 

70 mil plantines regalados

Carlos Tassi contó que, en un momento para que la propuesta de su hija no quede en palabras hicieron viveros y regalaron a municipalidades como Ituzaingó, que se llevó 7 mil plantines, Oberá y Campo Ramón 3.500 cada una;  y en Posadas destinaron plantines  para  el Parque de la Ciudad con la ayuda de la Municipalidad hace unos años atrás, y son todas las especies nativas que hoy se pueden apreciar allí.

 

Es así que en todos estos años llegaron a regalar hasta 70 mil plantines, pero la predisposición se vio obstruida por dos incendios, uno hace unos siete años, y el otro más grave hace dos años. Pero como la Naturaleza así como quita también da, el lugar se ha recuperado y hoy es un «oasis verde» con muchos árboles  y plantines en crecimiento, lo que ha atraído variedades de pájaros que vienen a buscar comida y agua, y hasta se escucha el aullido de los monos que viven en un mogote cercano.

El predio sobre la ruta 213 tiene una vivienda, con un fondo de 700 metros por 65 metros de ancho han crecido lapachos, palo rosa, pitanga, cañafístola, timbó, coquú, viraró, cedro, guacurú (de la selva paranaense), guatambú, azota caballo, níspero, ingá, mora, naranja, palta, pomelo, mandarina, kinotos, entre otras especies del monte nativo.

 

Hace más de diez años

Cuando había cumplido 10 años comenzó a ver la importancia de la conservación de la naturaleza, tras un viaje que hizo con su familia a Iguazú, donde visitó la reserva de pájaros Güirá Oga.

 

Allí se impresionó porque había muchos pájaros en cautiverio lastimados por cazadores furtivos y afectados por la deforestación, y en el trayecto del viaje le preguntó al padre qué podían hacer.

 

Es así cuando regresaron hicieron la propuesta para volver a cuidar la selva misionera, plantar árboles nativos ya que brindan los alimentos a los pájaros. Reunieron 700 firmas y llevaron al Concejo Deliberante y al Intendente, que aceptaron la iniciativa de conservar la naturaleza y de volver a plantar especies nativas.

 

El proyecto de Marina tuvo trascendencia nacional, y también fue premiada por la Unesco con un viaje a Disney con una delegación argentina,  con el patrocinio de Mac Donald y Disney World.

 

La estudiante conservacionista había sido seleccionada por el Ministerio de Educación de Misiones.

 

En la primaria y secundaria le hicieron muchas notas y se puso reacia al periodismo, porque compañeros de escuela y hasta docentes la cuestionaban acusándola de «querer salir mucho en los medios».

 

A crear el monte

Cuando hizo la propuesta hace más de una década fueron al campo San Juan que hoy es reserva en Santa Ana, era el campo de la abuela paterna de Marina, y de allí buscaron y recolectaron todas las semillas de los árboles que pudieron encontrar.

También en la facultad de Ciencias Forestales de Eldorado compraron semillas de variedades de árboles nativos, como sí les regalaron unas 150 semillas de palo rosa, de las cuales germinaron unas 120 y plantaron en la parte del fondo de la chacra.

Fue cuando vino la desgracia del fuego, primero hace unos siete años, cuando una persona ajena a la propiedad aparentemente pretendió ser apicultor de un cajón de abejas, y al hacer humo para espantarlas prendió fuego el lugar, destruyéndose unas 6 hectáreas con los árboles plantados, y otro vecino del sector noreste, en el 2009 con la sequía  hizo limpieza, se escapó el fuego y volvió a quemar más de una hectárea de árboles en desarrollo.

 

Abrir a las visitas

Tassi es maestro mayor de obras pero se muestra igual o más entusiasmado que su hija en el proyecto del monte ejemplar.

 Apunta que “la defensa de la naturaleza es la que nos da calidad de vida, uno de los componentes es la selva, que a su vez alberga todos los bichos, microorganismos, las mariposas, las abejas que polinizan, también animales como tatú, lagarto, libre, apereá, entre otros.

Comentó que la intención es abrir la propiedad para que la gente conozca, pero decidieron esperar más tiempo.

Al principio visitaban el lugar delegaciones escolares, pero no fue una buena experiencia porque los chicos pisotearon sin querer muchas mudas de plantas.

Después fueron los incendios y ahora se está en etapa de reponer el monte que se quemó, todavía las plantas están chicas y para los cuidados es riesgosa la visita de muchas personas.

 

Convencer a reforestadores

Tassi recuerda que cuando (Carlos) Rovira recién había asumido la Gobernación “enviamos nota con una propuesta donde le decíamos que había que cuidar todas las reservas de agua, laguna, ríos, arroyos, plantar especies nativas para recuperar la calidad de vida de Misiones”.

 

Explica según las observaciones que ha realizado en el trabajo en su monte, que los árboles cuando largan las semillas, “bajo la planta se reproducen,  y esa semilla se saca o los plantines que crecen en los alrededores, porque a veces son los pájaros que compen las frutas y echan la semilla al suelo, y así crecen y no cuesta nada regala”.

 

También tiene su propio sueño. “Algún día trataremos de convencer a los reforestadores que dejen una parte de la tierra para cultivas especies nativas”.

 

«Tener la actitud para construir»

El padre de Marina recordó que “cuando ella hizo la propuesta yo analicé que ella tuvo la actitud necesaria para revertir un proceso de destrucción y tratar de construir. Cuando uno tiene la actitud necesaria puede cambiar, cuando uno no asume esa actitud no la va a cambiar, hay algunos funcionarios que tienen la actitud necesaria y no tienen el poder, y viceversa, pero no echemos la culpa al gobierno, nosotros como ciudadanos debemos tener la actitud necesaria para imponer al que está gobernando la actitud que queremos».

 

Marina tenía por lema «El mundo depende la naturaleza, no sólo hay que cuidarla, sino recuperarla». Es así que en la propiedad cedida por su abuela paterna, de 700 metros de fondo por 65 de ancho, sobre la ruta 213, en San Isidro, a más de 1 kilómetro del final de la barriada plantan especies nativas de la selva misionera, para reproducirla con la intención de conservar y a su vez lograr que las semillas producidas con esas plantas sirvan para recuperar los daños del desmonte en la provincia. Actualmente tienen más de 35 especies, como lapacho, cañafístola, cedro, peteribí, timbó, palo rosa y entre frutales pitanga, cocú, cerella, araticú, yaguticaba, sietecapotes.

 

 

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