Leverberg acompañó la aprobación del nuevo régimen para empleadas de casas particulares

“Hay alrededor de un millón doscientas mil empleadas domésticas en nuestro país, de las cuales el 90 por ciento no están registradas (según datos del Ministerio de Trabajo de la Nación).  Este dato es sumamente notable, más aún cuando hemos celebrado momentos antes en esta Cámara el Día de la Mujer, en relación a que es un trabajo históricamente realizado por mujeres”, explicó la diputada nacional por Misiones, Stella Maris Leverberg.

La Cámara de Diputados aprobó  este miércoles por unanimidad y giró al Senado un nuevo régimen para las empleadas de casas particulares que incluye una licencia por maternidad, al equiparar el empleo doméstico con los beneficios que tienen el resto de los trabajadores.

 

La iniciativa fue aprobada por 193 votos a favor en el marco de la primera sesión del año de la cámara baja.

 

Discurso completo insertado de la legisladora:

 

Me alegra hoy estar aquí presente y ser testigo de un hecho de enorme trascendencia para un sector de nuestra ciudadanía que se ha visto, quizás, incapacitado para gozar de los mismos derechos que la legislación le otorga al resto de los trabajadores de la Argentina.

 

Celebro, además, que hayamos alcanzado un gran consenso entre bloques para dar visibilidad a una problemática social históricamente desatendida: la ampliación de derechos laborales para el personal de casas  particulares que, como todo ser humano, como todo argentino, sin distinción social, tiene el derecho de tener los beneficios de la seguridad social que, por ley, tienen todos los trabajadores y trabajadoras argentinas.

 

Por ello es que debemos resaltar el hecho de que es una ley, una norma que crea Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas particulares el que viene a tomar el lugar del decreto ley vigente desde 1956. Una ley, que será establecida en ámbitos democráticos es la que va a ampliar derechos  para una norma dictada en momentos de dominio de un gobierno militar. Una ley será, además, la que deje bien en claro cuáles son los deberes y derechos tanto del trabajador o trabajadora y del empleador, como así también las indemnizaciones por despido, la reglamentación de la jornada laboral y del descanso y de las licencias por enfermedad y por maternidad.

 

Es decir, desde ahora va a quedar claro que los trabajadores y trabajadoras de casa particulares contarán con la protección del Estado si sus derechos se ven vulnerables en el ejercicio de una profesión de gran dignidad.

 

Porque si hay algo que no puede escapar de nuestras vistas es la composición social del sector social sobre el que hoy hablamos: hay alrededor de un millón doscientas mil empleadas domésticas en nuestro país, de las cuales el 90 por ciento no están registradas (según datos del Ministerio de Trabajo de la Nación).  Este dato es sumamente notable, más aún cuando hemos celebrado momentos antes en esta Cámara el Día de la Mujer, en relación a que es un trabajo históricamente realizado por mujeres. Mujeres que,  aún en la más clara indefensión laboral, son el sostén económico de sus hogares.

 

Mujeres que, incluso dando mi testimonio como representante de una provincia del Norte, migran hacia los grandes centros urbanos de nuestro país con la idea de una oportunidad laboral como empleadas domésticas.

 

Sin lugar a dudas, se trata de una deuda histórica gigante. Pero, esta será una ley que disminuirá  las diferencias, reivindicará el trabajo doméstico y equiparará  derechos. En fin, un momento más del crecimiento cualitativo de nuestra Democracia, como el que hemos evidenciado los argentinos y argentinas en estos últimos años.

 

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