Gustavo Del Corro, abogado de Nélida Cuéllar, la mujer de Castelli que hizo público que tuvo dos chicos con el hacendado indicó que las pruebas de ADN que se reanalizaron en Buenos Aires dieron 99,9 por ciento de compatibilidad con Manuel Roseo, por lo que una joven de 18 años y un niño de ocho se convertirían en los únicos herederos.
Por otra parte manifestó que “aparecieron otros familiares que vivirían en Italia consultando si tienen derechos en la sucesión, pero que una vez comprobado la paternidad de Roseo los únicos herederos pueden ser sus hijos que están en primer lugar, por lo que esto establece que los hijos excluyen a los demás familiares”.
Asimismo indicó que hay doble motivo de peligro una vez confirmada la paternidad ya que por ser herederos podrían querer atentar contra la vida de ellos, y el otro motivo es que su hija fue testigo acular del hecho, por lo que en estas condiciones es necesaria una protección para ellos que no está siendo brindada” aclaró. Ahora los tres permanecen en Castelli custodiados por un servicio privado que contrató Del Corro.
Manuel Roseo era un inmigrante italiano, de 75 años, dueño de La Fidelidad, una estancia que reparte 250.000 hectáreas entre el Chaco y Formosa, fue asesinado en la mañana del jueves 13 de enero, en la modesta casa de Castelli donde vivía con Nelly Bartolomé (73), la viuda de su hermano mayor, Luis. Los golpearon con salvajismo (sobre todo a él) y luego los mataron. A ella la ahogaron con ocho bolsas de plástico en la cabeza. A Roseo lo ahorcaron.
La investigación –que conduce la fiscal Rosalía Nis– supone que los homicidios fueron planificados y monitoreados directamente por Raúl “Gusano” Menocchio.
