Las mujeres, más sedentarias y con mayores problemas de obesidad

Según surge de los datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo que realizó el Ministerio de Salud de la Nación. Las claves para prevenir los factores de riesgo que ponen en jaque la calidad de vida de las mujeres.

Entre 2005 y 2009, el sedentarismo entre las mujeres se incrementó del 47% al 58,5%, mientras que en el mismo período el porcentaje de obesidad aumentó del 13,9% al 17,1%. Esto implica que casi 2 millones de mujeres realizan menos actividad física y más de 500 mil tienen problemas de obesidad.

Las cifras, preocupantes desde el punto de vista sanitario, surgen de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), realizada recientemente por el Ministerio de Salud de la Nación en todo el país, en la que se entrevistaron a 19.704 mujeres mayores de 18 años, y a 15.028 varones.

“A pocos días de la celebración de su día, convoco a todas las mujeres a que tomen conciencia de la necesidad de modificar sus estilos de vida para ganar años de vida saludables”, dijo Juan Manzur, ministro de Salud de la Nación. 

“No es una buena noticia que en la Argentina se hayan incrementado la obesidad y la inactividad física entre las mujeres en estos últimos años”, afirmó el funcionario, quien agregó que “se trata de una epidemia a nivel mundial que puede empezar a revertirse con acciones sencillas y cotidianas como caminar media hora por día, no fumar e incorporar vegetales a la alimentación”.

Manzur detalló que “el sedentarismo genera enfermedades crónicas como la hipertensión arterial y las cardiovasculares, las que a su vez impactan en el desarrollo de cánceres como el de mama o el de colon, y en enfermedades psíquicas como la depresión”.

Por su parte, el director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles de la cartera sanitaria nacional, Sebastián Laspiur, explicó que “tanto la obesidad como el sedentarismo aumentaron en ambos sexos, pero se ve mucho más claro que el sedentarismo se incrementó en una mayor proporción en las mujeres”.

“Esto obedece a cambios que se están produciendo en el mundo y se han acelerado en las ultimas décadas, que tienen que ver con los entornos físicos y sociales que condicionan los comportamientos individuales, actualmente mucho más obesogénicos. La aparición de nuevas tecnologías, el crecimiento del parque automotor, la incorporación de las mujeres al mercado laboral, son algunos ejemplos”, sostuvo el funcionario.

Asimismo, Laspiur consideró que “en el tema sedentarismo, siempre hubo una cuestión de género relacionada con que el hombre tiene más oportunidades de realizar actividad física luego de la etapa de la adolescencia. El hombre juega al fútbol, hace actividades deportivas y recreativas de manera grupal y hasta una edad más avanzada, anda en bicicleta, etc.”.

¿Y cómo modificar la situación de las mujeres? “Incorporar en la vida cotidiana el movimiento es la clave”, subrayó. Sumar ejercicio físico tanto en el trabajo como en el tiempo libre, evitar el uso del automóvil, e incorporarse a actividades recreativas como gimnasios y clases de baile, son algunas de las opciones para tener una vida más saludable.

Por último, Laspiur señaló que “el incremento del sedentarismo en las mujeres nos está marcando una tendencia”, y consideró que “por eso es imperioso empezar a introducir estos cambios en la vida cotidiana”.

Algunas recomendaciones

•  Camine como mínimo 30 minutos diarios, seguidos o fraccionados a lo largo del día.

•  Antes de iniciar y al terminar la actividad, elongue para evitar lesiones y dolores musculares.

•  Realice pausas activas en el trabajo. En los minutos de descanso puede salir a caminar, hacer ejercicios localizados o de flexibilidad, etc.

•  Adapte la intensidad del ejercicio a su ritmo personal, aumentando la actividad de manera progresiva.

•  Muévase cada vez que pueda: bájese del transporte unas cuadras antes, utilice las escaleras, etc.

•  Realice quehaceres domésticos (barrer, llevar a pasear el perro, lavar el auto, cortar el césped, etc.).

 

La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo

El Ministerio de Salud de la Nación realizó por primera vez la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo en 2005, con el objetivo de contar con una línea de base para fijar prioridades en la prevención y el control de enfermedades no transmisibles, y sentó las bases para el desarrollo de un sistema de vigilancia que permita orientar estas políticas.

La vigilancia de factores de riesgo constituye la estrategia más costo-efectiva y oportuna para el diseño, evaluación y monitoreo de estrategias de prevención y control de estas enfermedades, que explican en Argentina más del 60% de la carga de enfermedad.

En 2009 se realizó una nueva encuesta con los objetivos de monitorear la evolución de los principales factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles, evaluar el impacto de políticas de prevención realizadas a nivel nacional y provincial, y contribuir como insumo fundamental para la planificación y ejecución de la Estrategia Nacional de Prevención y Control de Enfermedades No Transmisibles

Se encuestaron 35 mil personas mayores de 18 años, en una muestra probabilística de hogares representativa de la población general de Argentina, permitiendo realizar estimaciones a nivel nacional, regional, provincial y de las principales ciudades.

La metodología común entre ambas encuestas permite realizar comparaciones a nivel nacional y provincial. El relevamiento incluyó 14 módulos, de igual forma que en el año 2005.

 

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