Aseguran que la cuenca foresto-industrial demanda de grandes inversores para ser competitiva

Desde Afoa afirman que el avance de grandes inversores no representa un riesgo para el abastecimiento de madera en la región. 

 

 

Por Patricia Escobar

 

La probable salida forestal de CMPC de la Argentina, y la comprobación de la existencia de casi 420 mil hectáreas de bosques implantados sin destino de aprovechamiento en Corrientes, produjo un profundo debate en los actores forestales y madereros del país -sumado a la desazón y la frustración generada por el incumplimiento de los compromisos de inversión que la pastera chilena había asumido-se suma la lógica preocupación por el escenario incierto que se abre ante la noticia ya confirmada.

En ese sentido, varios dirigentes del sector forestal coincidieron en la necesidad de una fuerte inversión industrial en Corrientes que ocupe la abundante oferta de materia prima generada en la zona, y contribuya así al desarrollo social y económico de la región.

Asimismo, existe el consenso de que dicha inversión industriales debería ser afrontada por grandes jugadores del mercado mundial.
En ese sentido, uno de los debates que –como era de esperar- ya surgieron esta vinculado a la concentración o no de las tierras forestadas. Por otro parte, existe también la preocupación por el impacto que para las Pymes de Misiones podría tener una eventual medida del gobierno correntino que eventualmente frene la salida de rollos de esa provincia.

Respecto de la posibilidad de que las tierras forestadas generen mayor concentración -preocupación que viene convocando a las Pymes madereras de Misiones- la Asociación Forestal Argentina consideró que «»el temor a la concentración es un temor infundado. Primero, las tierras ya están forestadas, por lo tanto, si se realizara una venta, el cambio es solo de titularidad», explicó la directora de Desarrollo Institucional de la entidad, Claudia Peirano.

«Desde el punto de vista económico, la concentración se evalúa desde el poder que otorga a la empresa para fijar los precios dentro del área de influencia. Y el llamado «mercado relevante» para determinar la concentración económica en el sector forestal fue determinado en 150 km por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC).

En este caso, estamos hablando de más de 300 km. Por ende, las cuencas forestales en la cual actúa Alto Paraná y Bosques del Plata son diferentes», aseguró en la entrevista con ArgentinaForestal.com.
Sin embargo, Pymes socias de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones (Apicofom) consideraron que es oportuno que el sector en su conjunto preste atención a lo que ocurra con la posible venta de los activos forestales de CMPC, ya que esta empresa es una de las principales proveedoras de materia prima, principalmente de rollos para aserraderos de Misiones que tienen dificultades en su abastecimiento.

Algunos empresarios no descartan movilizarse para solicitar la intervención del gobierno de ambas provincias y proponen sentarse en una mesa de discusión con las cámaras foresto-industriales de la región para realizar un seguimiento cercano de la posible operación de venta y estar alerta para que las tierras forestadas no lleguen a grupos inversores que generen mayor concentración.

Apuntan en ese sentido, a la principal empresa foresto industrial del país Alto Paraná que es colocada en el centro de la escena, ya que las versiones que circulan en el ámbito forestal la señalan como la candidata natural a adquirir estas plantaciones, posibilidad que preocupa a los Pymes, ya que adelantaron que «debería evitarse que esto suceda» por su temor a problemas de abastecimiento en el futuro.
Peirano agregó que actualmente hay empresas de Corrientes -que incluyen a Bosques del Plata- que proveen rollos a empresas de Misiones y más allá de los 150 km. «Esto es posible porque la falta de industrias en Corrientes permite acceder a los rollos a un precio artificialmente bajo, que reflejan la falta de demanda. Este es un beneficio coyuntural y para unos pocos. Pero que debe entenderse como un beneficio de corto plazo para pocos aserraderos y que conlleva un costo social y económico para miles de personas», recalcó.

Por otro lado, en relación a los temores de los industriales señaló que «reflejan un desconocimiento de la lógica del sector forestal. Las Pymes forestales y las Pymes madereras necesitan de la industria que consume el raleo y los desperdicios del aserradero para optimizar la gestión del bosque y el uso de la madera».

En este sentido, explicó que «la presencia de la industria del triturado (como es el caso de la celulosa) permite mejorar la calidad de los bosques y la productividad de los aserraderos, y por ende, es el complemento requerido para el desarrollo completo de una cuenca foresto-industrial. La falta de industrias promueve bosques de baja calidad, aumento en los riesgos de plagas e incendios, impacto ambiental por la falta de uso de los deshechos de los aserraderos y falta de competitividad de toda la cuenca», indicó.

 

Reglas claras


Ante la idea de Pymes de proponer la intervención de Estado para «estudiar alternativas de soluciones en forma conjunta con los gobierno de ambas provincias y evitar una mayor concentración de tierras forestadas en la región», Peirano advirtió que «cualquier intervención que se promueva en este caso, se afectaría directamente la inversión. Y con ello, justamente a las Pymes forestales y madereras de la cuenca».

En este sentido, Peirano consideró que la manera que debería encararse la venta de los activos de CMPC para que beneficie al sector, «es, sin dudas, respetando las decisiones privadas, en la medida que se encuadren en los marcos legales. La generación de mayor incertidumbre y amenazas de intervención lo único que lograría es aumentar la percepción de riesgos de los inversores en la provincia de Corrientes y retrasar el proceso de industrialización de esa provincia», advirtió.

En tanto, el consultor forestal Gustavo Braier también analizó la alternativa de que Alto Paraná sea la principal oferente de los activos de CMPC, y sostuvo que «si Bosques del Plata vende y otro propietario compra, no hay cambios en la concentración de la propiedad de tierras forestales; queda todo igual. Se podría plantear que queda más concentrada la propiedad porque Alto Paraná ya tiene propiedades en Misiones, pero creo que no cambiaría tanto. Dos grupos también podrían tener acuerdos tácitos y manejar la situación», explicó.

Para el especialista, «no hay dudas que hubiese sido fabuloso que el grupo CMPC desarrolle sus inversiones foresto-industriales en Corrientes. Pero desde mi punto de vista, que puede o no ser compartido por otros, que Klabin, Ledesma, Arcor, Aracruz, Stora Enso o Botnia hagan esta inversión también seria fabuloso. Pero si ninguno de esos grupos se decide a invertir en el área forestal de Corrientes en un plazo de tres o cuatro años, quiero que un grupo con capacidad de invertir en plantas de celulosa, aserraderos y plantas de MDF se instale en Corrientes», apuntó Braier.

Por otra parte, el consultor se refirió a la evolución natural de las cuencas foresto-industriales y dijo que las mismas marcan la necesidad de un gran inversor en la zona (o más de uno) que elabore pasta de celulosa. «Creo que el sector de Misiones y Corrientes ya alcanzó la suficiente madurez para entender que es preciso tener quién consuma los residuos, tanto de las plantaciones como de los aserraderos. Sin este componente la cadena foresto-industrial no termina de armarse y toda la cuenca queda en una baja condición competitiva contra otras cuencas», precisó.

 

Cetrángolo: «En el futuro Corrientes podría frenar la salida de rollos y el impacto sería mayor para las Pymes que la venta de CMPC»

 

En la búsqueda de alternativas para las Pymes, surgió la idea de plantear que desde el gobierno, por ejemplo, se los apoye con distintas medidas financieras que les permita a los aserraderos pequeños y medianos acceder a la compra de parcelas de Bosques del Plata, desde Fondo Fiducidiarios hasta créditos a largo plazo para lo cual el mismo patrimonio forestal podría ser el reaseguro.

Para los industriales de Apicofom, la llegada de «nuevos inversores en la región aportaría a una sana competencia y al desarrollo del cluster forestal, no así avanzar en una mayor concentración de tierras, ni de plantaciones ni de industrias, de grupos ya instalados en la región», insistieron .

El especialista Gustavo Cetrángolo opinó que «no es bueno, pero tampoco necesario, que Alto Paraná SA compre los activos de CMPC, salvo que analicen instalar una nueva planta celulósica, o proyecte una nueva inversión en Celulosa y/o MDF, de lo contrario no necesitaría esos activos».

Sin embargo, no descartó en su análisis que «puede ser que estratégicamente a la empresa le interese comprar estos activos para bloquear la entrada de un jugador internacional que pueda competir con ellos», especuló .

Ante el planteo de Pymes industriales de solicitar la intervención del Estado en la operación, el especialista expresó que «en lugar de pretender una ayuda financiera, aparecería como más lógico -aunque utópico- que desde el gobierno se obligara a formar una Sociedad en conjunto para instalar un aserradero de escala internacional que permita mejorar la competitividad de la industria», sugirió.

«Como este emprendimiento tendría impacto en dos provincias, Misiones y Corrientes, debería buscarse un acuerdo impositivo específico para ver como se reparten los beneficios de la operación», añadió.

En este sentido, Cetrángolo analizó también que «puede suceder que un futuro el gobierno de Corrientes decida bloquear la salida de rollos de la provincia y el impacto en los aserraderos de Misiones sería mayor que la venta de los activos de Bosques del Plata».i

El proyecto con la iniciativa ya había sido presentado en su momento, pero tras gestiones de los funcionarios del áreas forestal fue frenado hace un año atrás en la Cámara de Diputados de la provincia de Corrientes.

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