Acasuso se permite soñar

Tras una temporada para el olvido, la sólida actuación del misionero en la victoria por 6-2 y 6-4 ante Dolgopolov invita a soñar con el regreso de otro integrante de la Legión argentina. Al término del partido, «chucho» se emocionó.

El tenis argentino está viviendo un momento de transición. Con varios integrantes de la Legión ya retirados y otros dando los últimos pasos como profesionales, surge el interrogante de si el país en un futuro podrá contar con la gran cantidad de representantes que supo tener en los primeros planos del tenis mundial. Un claro ejemplo de aquellos que se encuentran sobre el último tramo de su carrera es José Acasuso. 

El Chucho viene de una temporada para el olvido. Afectado por varias lesiones, que lo marginaron durante gran parte del año, el misionero perdió mucho terreno en el circuito profesional. Actualmente se encuentra en el puesto 256 del ránking de la ATP. 

Sin embargo, Acasuso prefirió seguir peleándola y se preparó intensamente para volver al ruedo. Si bien hizo el intento en un par de Challengers el último año, el misionero necesitaba un tiempo considerable para ponerse a punto. 

El argentino se entrenó y se puso como objetivo volver a donde una vez ya estuvo. Pero sabe que el camino es largo y que no será nada sencillo. Tendiendo en cuenta, además, que su ránking no le permite ingresar directamente a los principales torneos. Ante este panorama la organización del ATP de Buenos Aires decidió otorgarle una invitación especial para que pudiera acceder al cuadro principal sin necesidad de jugar la clasificación. Y Chucho le devolvió ese voto de confianza con una gran actuación. De esas que el misionero hacía mucho que no podía regalar. 

No sólo venció a la presión de volver a disputar un partido en el court central del Buenos Aires Lawn Tennis, con todo lo que eso significa, sino también se dio el gusto de ganarle a Alexandr Dolgopolov, un rival que promete ser una de las nuevas figuras del tenis mundial. Todo esto fue motivo suficiente para el desahogo que tuvo el misionero cuando la derecha del ucraniano se fue ancha y el Empire decretó el final del pleito. Las lágrimas del misionero, una vez finalizado el encuentro, fueron un fiel reflejo de todo lo que significó este triunfo para el tenista argentino. 

La temporada recién comienza y la «misión retorno» de Acasuso también. En el camino se le presentarán varios contratiempos que él deberá saber sortear. Pero cuenta con el plus de conocer lo que es estar en los primeros planos, por lo que no todo es oscuro en el camino de Chucho. Y, sobretodo, la sólida actuación que tuvo en su primer partido en Buenos Aires invita a soñar con el regreso de otro integrante de la Legión.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas