Egipto: los militares disuelven el Parlamento y confirman el llamado a elecciones para septiembre

Continuarán en el poder hasta los comicios. A través de un comunicado informaron también que fue suspendida la Constitución y anunciaron que crearán una comisión para redactar una nueva. Siguen las tareas de limpieza en la plaza Tahir, donde resiste un grupo de manifestantes.

En el segundo día sin Mubarak, las Fuerzas Armadas (FF.AA) egipcias anunciaron la disolución de las dos cámaras del Parlamento, la suspensión de la Constitución y confirmaron la convocatoria a elecciones en septiembre, todas demandas claves de los manifestantes que tras 18 días de una rebelión que culminó en revolución lograron la salida del mandatario que gobernó con puño de hierro durante 30 años el país.

El Consejo Supremo de las FF.AA. emitió hoy un nuevo comunicado en el que fijó un calendario para la transición, la principal exigencia del alrededor de 300 manifestantes que hoy resistían en la Plaza de la Revolución (plaza Tahir), en reclamo de precisiones acerca de cómo se ejecutaría el paso hacia un gobierno democrático.

Los militares anunciaron a través de un texto difundido por la televisión estatal que estarán a cargo del poder durante seis meses más, o hasta que se realicen las elecciones. Además, comunicaron la disolución del Parlamento, la suspensión de la Constitución y la formación de un nuevo consejo para reformarla, aunque no se precisó quién lo nombrará.

En el primer día laboral tras la caída de Mubarak –en Egipto se trabaja de domingo a jueves-, la Plaza de la Liberación, que durante tres semanas fue escenario de la revolución recuperaba casi por completo la normalidad. Sólo unos 300 manifestantes se mantenían en el lugar para exigir plazos y precisiones sobre cómo el gobierno militar ejecutará la transición hacia la democracia, pero se sospecha que, tras la emisión del último comunicado, la abandonarían en breve.

Las principales ciudades de Egipto y particularmente El Cairo recuperaban hoy su ritmo y los pobladores reanudaban sus actividades habituales, tras los 18 días de revueltas y batallas que dejaron por los menos 300 muertos, desaparecidos y un tendal de heridos. La plaza Tahir, principal escenario de la lucha contra el régimen, lucía hoy limpia, ordenada y con el tránsito rehabilitado, según comprobó Clarín. Los tanques del ejército permanecían estacionados en los ingresos, pero ya no bloqueaban los accesos.

«No queremos irnos. Nos quedaremos hasta que el ejército escuche nuestros reclamos», decía esta mañana Ahmed Afifi, de 21 años, quien pide el levantamiento del estado de emergencia y la liberación de los manifestantes detenidos. El Consejo de las FF.AA. anunció un ablandamiento de la ley de emergencia, pero no hay novedades por el momento sobre los arrestados.
La mayoría, sin embargo, abandonó sin incidentes el lugar tras la dimisión de Mubarak y en el lugar continuaban hoy las tareas de limpieza iniciadas ayer. Los soldados desmontaban carpas y tiraban botellas y otros desechos en contenedores de basura, ayudados por civiles que apilaban mantas y barrían el suelo.

«Todos mis sueños se han cumplido«, aseguró Nur Kersha, un estudiante de 24 años. «Mubarak se fue, vamos a seguir trabajando hasta que la plaza quede limpia».

Ayer, el gobierno militar había emitido un comunicado (el N°4) en el que se comprometía a llevar adelante una “transición pacífica” hacia un “gobierno democrático libremente elegido”. Esa declaración hizo que la mayor parte de la dirigencia levantara sus campamentos de la plaza, no sin la advertencia de que lo que viene ahora son multitud de marchas y huelgas en todo el país para recordar a los militares que el movimiento que derrumbó a Mubarak no se apagará. El mismo texto brindó también tranquilidad al mundo y, particularmente a Israel, ya que afirma que Egipto cumplirá los acuerdos de paz firmados con ese estado en 1979.

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