El subdelegado Regional de Unión de Trabajadores Rurales, Carmelo Rojas aseguró que según las normas, “en un yerbal debe existir al menos una casa rodante para que vivan los peones, agua y alimentación digna, los niños no deben convivir y los tareferos no deben ir en las ponchadas, ni viajar en condiciones riesgosas”, indicó. «Y eso lo debe controlar el Gobierno y no nosotros», remarcó.
Sostuvo que «no somos nosotros los que tenemos que controlar el trabajo esclavo”. No obstante consideró que “una forma de revertirlo es con controles permanentes y no ocasionales”. (República)