Con siete partidos por delante, Crucero del Norte, el equipo misionero en el torneo Argentino A de Fútbol, iniciará el domingo en Santa Inés, la última vuelta de la etapa regular donde definirá su futuro en la competencia con dos posibilidades: clasificar entre los tres que lucharán por el ascenso directo (el camino más corto) o jugará la Reválida en una verdadera maratón de partidos que desemboca en la posibilidad de soñar al menos con la Promoción.
Las matemáticas, que poco tienen que ver con el juego, todavía son favorables al equipo de Pedro Dechat, que con 21 puntos por disputarse se encuentra a siete unidades del líder Libertad y a cinco puntos del tercero Gimnasia de Concepción. Con todos los rivales tiene que jugar todavía y de los siete encuentros que vendrán, cuatro lo jugará en el Andrés Guacurarí de Garupá. El domingo a las 19:30 con Central Córdoba de Santiago del Estero; luego será visitante de 9 de Julio en Rafaela; volverá a Misiones para recibir a Gimnasia de Concepción; viajará a Salta para medirse con Central Norte, a la vuelta en Garupá será anfitrión de Antoniana, se trasladará hasta Sunchales para medirse con el siempre difícil Unión y cerrará su participación como local ante Libertad, el otro equipo sunchalense.
En condiciones normales, o en todo caso, si el equipo tuviera el poderío como local de otros torneos, el fixture no es tan malo, pero en esta temporada los resultados en el Andrés Guacurarí no son tan gratos como otros años y recuperar esta mística será vital para que el equipo vuelva a calzarse la mochila de candidato.
De todas maneras, el gran problema que tiene El Colectivero es esa irregularidad que desespera y no permite ilusionarse (al menos por ahora) con descontar la diferencia con los de arriba y meterse de lleno en la pelea por el ascenso. Y dentro de ese mismo aspecto negativo, conviven los sueños del plantel de Crucero, porque toda la zona 3 es muy irregular, todos los equipos le ganaron a todos y esa constante parece mantenerse hasta el final.
Juventud Antoniana había arrancado como el gran equipo de la zona y hoy pena por clasificar. Central Norte, recientemente ascendido, mostraba signos claros de que le costaba la categoría y ahora es la gran sensación del grupo. Gimnasia y Libertad no estaban entre los candidatos de nadie, quizás porque no hicieron grandes contrataciones y sus planteles no son muy largos, sin embargo están arriba y con confianza, en la recta final pueden sacar diferencias. Sin dudas que Crucero y Unión eran, a priori, candidatos puestos, por lo hecho en el torneo anterior, porque mantuvieron la base y además llegaron algunos nombres importantes como refuerzo, sobre todo en el equipo colectivero, pero el comienzo fue dubitativo y sólo el elenco de Forestello mostró su chapa en el cierre de la segunda vuelta y en toda la tercera. Crucero por su parte sólo se devoró técnicos, nunca pudo repetir más de dos partidos el mismo equipo, en casa ya no lo respetan como antes y los lesionados también son un constante.
El domingo en casa es la gran chance de levantarse para la gran remontada o para empezar a mirar la otra parte de la tabla, la que define que equipos permanecerán en la categoría.
