Se trata de Ciccone Calcográfica, actualmente operada por la firma Bold. El primer paso en ese sentido lo dio el ministerio de Economía con la designación de la nueva presidenta de la Casa de Moneda, tras el conflicto por la falta de circulante.
El ministro de Economía, Amado Boudou, prepara una propuesta para comprar Ciccone Calcográfica y aumentar la oferta de billetes, ya que por una reciente decisión judicial el Grupo Boldt debe devolver esa planta impresora a Ciccone a fin de febrero.
La reciente designación de Katya Daura como presidente del directorio de la Casa de la Moneda es la primera de las medidas que toma el ministro de Economía, Amado Boudou, para quedarse con la impresión de billetes en Argentina. Es probable que en los próximos días el Gobierno haga una oferta a la familia Ciccone para quedarse con la mayor planta impresora ubicada en la localidad bonaerense de Don Torcuato.
La novedad que va en línea con una futura compra por parte del Estado de una planta ‘llave en mano’ es que una orden judicial determinó hoy que la empresa Boldt debe restituir la planta a Ciccone Calcográfica, que le había alquilado por 12 meses en agosto del año pasado.
Hay que recordar que en abril de 2010 el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, aprobó el “Plan de Acción y Presupuesto” de la “Sociedad del Estado Casa de Moneda”. En ese entonces se aprobó también el proyecto denominado “Casa de Moneda: equipamiento línea de billetes de banco”, que implicaba un desembolso de casi 570 millones de pesos. Lo cierto es que la partida nunca se ejecutó y eso tal vez generó la crisis de la falta de billetes de fines del año pasado y principios de este año. La resolución es la 153/2010 de Hacienda, y en ella se señalaba que el Estado Nacional podría adquirir una una nueva planta ‘llave en mano”, que tenia como objetivo “acelerar el ritmo de impresión de papel moneda a partir del año 2010.
La estimación era que la puesta en marcha se podría hacer a partir del cuarto trimestre del 2010, para de esa manera normalizar la oferta de billetes del BCRA por una mayor demanda. Lo cierto es que la partida nunca se ejecutó, por lo tanto el Gobierno tiene ese dinero que no utilizó y lo podría usar este año.
Un fallo judicial dictado hoy por un tribunal que había otorgado a Boldt el arrendamiento de la planta bonaerense de Ciccone Calcográfica -quebrada a principios de agosto pasado-, dejó sin efecto esa medida. La disposición judicial fijó para el 28 de febrero próximo el plazo final para que Boldt deje la planta ubicada en el kilómetro 25,5 de la Panamericana. Como esta resolución no se encuentra firme, es probable que sea motivo de los recursos correspondientes, informó la empresa en una nota enviada esta mañana a la Bolsa de Comercio porteña.
El contrato de locación había sido firmado el 27 de agosto y tenía una duración de 12 meses. No obstante, una cláusula estableció que el plazo de validez podría acortarse en caso que se determine la venta de los bienes de Ciccone a otra firma. La aparición de una oferta por parte del Estado nacional iría en ese sentido. La quiebra de Ciccone había sido decretada a principios de agosto por una deuda de 239 millones de pesos con la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). El Gobierno creyó que una quiebra pedida por la AFIP supondría que la imprenta de Ciccone quedaría para la Casa de la Moneda. Pero apareció Boldt y en sede judicial se anticipó al Estado para la compra de esa imprenta.
Ciccone Calcográfica es un taller privado con experiencia en la impresión de moneda para terceros países y cuasimoneda local, entre otros valores como cheques y bonos públicos. Boldt, en tanto, es un conglomerado diversificado, dedicado a la impresión y calcografía de seguridad, telecomunicaciones, tecnología y entretenimientos (controla el casino Trilenium, de Tigre, y provee hardware y software para la gestión de juegos de azar). La AFIP había propuesto que la imprenta de Ciccone quedara en manos de la Casa de la Moneda. Pero la oferta de Boldt superó a la de la Casa de la Moneda y el BCRA tuvo que salir a buscar nuevos oferentes para la impresión logrando finalmente hacer una UTE con la Casa de Moneda de Brasil para imprimir unos 160 millones de billetes de 100 pesos que terminarán de llegar este mes. (Carlos Arbía, para El Cronista)
