La empresas forestales de la región tiene condiciones básicas para aumentar la participación en el comercio internacional de productos forestales, asegura el especialista brasileño Marco Tuoto.
El especialista brasileño Marco Tuoto, CEO de la Empresa Brasileña de Forestación Ambiental (Ebflora) -ex consultor de la STCP Engenharia de Projetos Ltda.- analizó la posición competitiva de los productores de la región del Mercosur y expuso en ArgentinaForestal.com las limitantes que se deben superar para crecer en el comercio internacional de productos de madera.
«La región tiene condiciones básicas para aumentar su participación en el mercado global, pero su competitividad no puede ser sólo en base al bajo costo de la madera; hay que mejorar la eficiencia en toda la cadena productiva», dijo.
El especialista señaló que «la industria de la madera sólida en los países del Cono Sur tiene condiciones básicas para aumentar su participación en el comercio internacional de productos de madera, pero su competitividad no puede ser sólo en base al bajo costo de la madera. De seguir de esta manera, la competitividad del sector en la región se pondrá en peligro a mediano y largo plazo»; advirtió.
El consultor participó en la Conferencia Latina -realizada en la ciudad de San Pablo, Brasil- oportunidad en la que analizó la posición competitiva en la actualidad de Brasil, Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay frente al mercado mundial de productos de madera.
Más eficiencia
Tuoto recomendó a los productores trabajar más para mejorar la eficiencia en toda la cadena de la madera (bosque-industria-mercado), mejorar los niveles de productividad, alcanzar escala global, salir de la producción de los commodities para avanzar hacia productos de valor agregado, diversificar los mercados y conquistar nuevos nichos, entre otras cosas.
De esta manera, el especialista planteó algunos interrogantes para abrir el debate sobre si realmente los productores del Cono Sur son competitivos a nivel internacional. «Cuando se habla del Cono Sur, nos referimos a Brasil, Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay. ¿Son estos países realmente competitivos en el contexto mundial del mercado de la madera?¿Pueden competir internacionalmente? Son interrogantes que debemos responder sinceramente para seguir creciendo», dijo.
«Y si la respuesta es que somos competitivos, ¿por qué lo somos?», agregó. “Antes de entrar en el detalle de la evolución de los productos de madera en el Cono Sur, hay que entender la importancia de entre las ventajas comparativas y ventajas competitivas que se tienen en el mercado forestal», aclaró Tuoto. «Por ejemplo, las ventajas comparativas son las que se dan a nivel local específico, como el clima, los recursos naturales, la fuerza del trabajo, la tierra fértil”.
«Por otro lado, se tiene las ventajas competitivas que están relacionadas con los aspectos que hacen a que la calidad del producto sea mejor que la de otro competidor.
En el caso de las ventajas competitivas, mencionó como ejemplo la productividad de los bosques, las tasas de cambio, los costos de producción, las barreras para la exportación, etcétera.
«Estas son las grandes diferencias entre las ventajas comparativas y ventajas competitivas, pero ambas son factores claves de éxito para cualquier negocio», consideró Tuoto durante su exposición.
Estrategias de gestión
«La competitividad de la industria de la madera del Cono Sur no puede basarse únicamente en el bajo costo de la madera», insistió Tuoto, y recomendó «trabajar para mejorar la eficiencia en toda la cadena de la madera (bosque-industria-mercado); además de mejorar los niveles de productividad, ya que no se puede comparar aún el nivel con otras regiones.
También hay que desarrollar la industria a escala global; evitar los commodities, tratar de trabajar con productos de valor agregado; diversificar los mercados, no conformarse con el boom exportador a Europa o Estados Unidos, sino que hay que buscar nuevos nichos en forma permanente», indicó.
Además de mencionar otros aspectos como la negociación de barreras a la exportación (caso Chile que fue muy competente en este aspecto); costos de infraestructura (transporte, electricidad, etcétera); desarrollo del marketing de la madera, otro ejemplo de Chile; y finalmente dijo que «hay que pensar en estrategias a largo plazo y planificación, por lo menos a 20 años a futuro para desarrollar la industria forestal», concluyó.
