Condenaron a doce y diez años de prisión a los acusados de trata de personas

Mario Arriola (59) es uno de los imputados -en el segundo juicio de trata que se desarrolla en la provincia-, junto a Estela Martínez (39) quien es la madre de una de las jóvenes  víctima de trata. Arriola negó que abusara de la joven y contó que tuvo un vínculo amoroso con ella donde incluso ambos se “enamoraron”.En tanto, Estela Martínez, en medio del llanto negó haber prostituido a su hija. El tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta las 17, cuando se escucharán los alegatos de las partes y luego el tribunal dictará sentencia.

Mario Arriola decidió declarar hoy, y negó completamente que haya formado parte de la trata de blancas, “En ningún momento he ejercido la trata de blanca, siempre quise ayudar a la familia”, dijo.

 

 

 

Cabe recordar que la situación se enmarca en el segundo juicio de trata de personas en la provincia. En la causa está imputada la madre de las tres chicas de 16, 14 y 11 años a quienes trasladó desde Puerto Iguazú a Buenos Aires. Lugar en el que fueron alojadas por Mario Arriola, quién sería cómplice y dueño del prostíbulo ubicado en Pablo Podestad.

 

 

 

Arriola agregó en su declaración que “con Fanny (16) cometí un error, porque nos llegamos a enamorar. Ella me contó que fue violada por su abuelo a los 8 años, era lesbiana y consumía drogas, logramos tener una relación de confianza”, declaró.

 

 

Cuando Estela reclutó a la primera de las jóvenes, la habría obligado a prostituirse en un local en el cual estaba Jessica que sería novia de Arriola y prostituta del local. “Jesica era mi novia y a la vez prostituta, en esa época tenia 19 años, ella trabajaba en el mismo lugar que Fanny. La nena me pedía que la sacara de ahí y la lleve a mi casa. Yo le ofrecí trabajo y una vivienda. Ella trabajaba haciendo los mandados del bar. Yo le regalé un celular para que se comunicara con su familia, su novio, sus amigos. Si yo hacia trata de blancas y le daba todas estas cosas, era un idiota como lo hacia”, expuso Arriola.

 

 

 

Además agregó que “mi intensión era ayudar, porque a mi me tocó vivir la misma situación con mi hijo que es drogadicto; Estela era una ama de casa desesperada por la situación que le tocaba vivir. Hasta me ofreció que haga el amor con la hija pero que la saque de la situación en la que estaba”, contó.

 

 

 

“Yo le llevé a mi casa, vivía conmigo y mis hijas. Además dormíamos juntos, en la misma cama, pero lo hacia vestida. Después de volver de Córdoba ella vuelve a Misiones porque se peleaba mucho con mis hijas y quería drogarse todo el tiempo; y nosotros no la dejábamos”, narró.

 

 

 

En toda la situación Mario viajó con Fanny a la ciudad de Carlos Paz, Córdoba “No me pareció ilógico que viaje a Córdoba, era algo de común acuerdo. Estuvimos alrededor de una semana en Carlos Paz”, indicó.

 

En este viaje la pequeña se hizo un tatuaje con el nombre de Arriola, a lo que él explicó; “Ella se hizo los tatuajes porque quería, no se hizo solamente el de mi nombre en el brazo, sino que también uno en la ingle”.

 

 

 

Arriola, junto con Estela Martínez realizaron dos viajes a la provincia. Al respecto explicó: “Vine dos veces a Puerto Iguazú. En la primera ocasión fue porque tenía interés de poner un negocio en la ciudad. De ese viaje volvimos con las otras dos hijas de Estela Martínez. Además lo vinimos a buscar al hijo que quería trabajar en Buenos Aires como panadero. En el segundo viaje vine a buscar a Fanny porque la quería llevar con su madre, que es lo lógico. Cuando llegue ella vivía con su novio, además quería que se trate de las drogas”.

 

Mario se defendió alegando que “Si me toca volver a vivir esta situación, voy a defender y ayudar a Fanny y a otra familia misionera por más de que vuelva a estar preso”.

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