Consociar cultivos consiste en el aprovechamiento sustentable de la chacra alternando cultivos que tengan distintas necesidades nutritivas. Así la tierra puede ser trabajada todo el año sin que se agote.
En la búsqueda de un mejor aprovechamiento de las superficies cultivadas y un mayor rendimiento económico para los pequeños productores misioneros, la Estación Experimental Cerro Azul del Instituto Nacional de Tecnología Agroindustrial (INTA) impulsa la práctica de consociar las plantaciones, también llamada sistema rotativo de cultivos.
El mismo consiste en alternar plantas de diferentes familias y con necesidades nutritivas diferentes en un mismo lugar durante distintos ciclos, evitando que el suelo se agote y que las enfermedades que afectan a un tipo de plantas se perpetúen en el tiempo. Además, facilita el control de malezas y permite desarrollar agroecosistemas sustentables con mínima utilización de agroquímicos.
Es decir, que el productor puede obtener un provecho de su chacra durante todo el año con cultivos típicos de las épocas estivales como así de los meses de baja temperatura. Este sistema, además de ser sustentable y amigable con el suelo, puede ser muy rentable.
Es que, de esta forma el suelo no necesita un sistema de barbecho, debido a que el ecosistema mejorado produce un gradual incremento de materia orgánica y como así de nutrientes.
Al respecto, el ingeniero Eduardo Steger del INTA Cerro Azul comentó que «estamos intercambiando algunas especies de invierno y otras de verano para aprovechar la superficie con frutales y hortalizas». Con el intercalado de cultivos las chacras demandan menos tiempo de limpieza y cuidado.
De las especies frutales, el INTA ha probado con el cultivo de vid y durazno, a las que se le asociaron el zapallo y la batata como hortalizas de verano, práctica que arrojó muy buenos resultados. «Actualmente estamos probando arbeja, que es de época invernal y otras más para sacar mayor rentabilidad de la superficie» agregó Steger.
«De esta manera – continuó el ingeniero- vamos intercalando los ingresos del productor y así, a lo largo de todo el año cumpliendo con un cronograma que va de enero a diciembre para que el productor tenga ingresos de esa pequeña superficie con un manejo intensivo y con la mayor aplicación de tecnología».
