“La constitución correntina traba las inversiones forestales”

Lo admitió el ministro de Producción del Gobierno de Corrientes, Jorge Vara. La Carta Magna no permite que los extranjeros adquieran tierras y «está afectando la posibilidad de radicación de nuevos capitales”, dijo. 

Desde la modificación realizada en 2007, la Carta Magna correntina no permite que los extranjeros puedan adquirir tierras en Corrientes. Por lo tanto, la provincia vecina se enfrenta ante un escenario difícil para desarrollar la industria forestal, ya que cuenta con una superficie de casi 450 mil hectáreas forestadas como para abastecer a dos plantas de celulosa como Botnia, o a nuevas industrias de papel o tableros en la región; pero muchos inversores foráneos pretenden contar con un porcentaje de materia prima propia para sus emprendimientos industriales ante cualquier eventualidad con proveedores.

«El Artículo 61 de la Constitución Provincial impide que extranjeros puedan adquirir terrenos en Corrientes, y esta cláusula afecta las inversiones en el sector forestal», admitió a medios locales el ministro de Producción, Jorge Vara.                                                                                                  

El funcionario agregó que recientemente se reunió con empresarios franceses y españoles en busca de inversores para el sector forestal, considerado como un sector estratégico para el crecimiento y desarrollo en Corrientes. Sin embargo, Vara apuntó que tuvo que “reducir” los contactos sólo a posibles inversores que pudieran volcar capitales a la industrialización de la madera.

«Una empresa extranjera que pretende instalar un proyecto de importantes características quiere contar con materia prima propia, para evitar cualquier inconveniente futuro con sus proveedores», recalcó el director de Recursos Forestales de Corrientes, Luis María Mestre.

Una empresa como UPM, que adquirió la planta de Botnia en Fray Bentos, Uruguay, necesita 120 mil hectáreas para satisfacer, en un 100%, la demanda de dicha industria que produce 1.200.000 toneladas anuales de celulosa.

El artículo 61 de la Constitución provincial, del capítulo XII «Ordenamiento Territorial Ambiental», establece que «los extranjeros sin residencia permanente, las sociedades conformadas por ciudadanos o capitales foráneos y las sociedades sin autorización para funcionar en el país, no pueden adquirir inmuebles (…) con excepción de los extranjeros que acrediten residencia legal conforme la ley».

 

Desarrollo local

Por otra parte, el ministro anunció que en los próximos días la Provincia comprará un predio en Santa Rosa que será destinado a un parque industrial monotemático, exclusivo para la explotación forestal, en el que se incorporará un centro de capacitación permanente.

El funcionario comentó que la adquisición del terreno estaría concluida antes de fin de mes y que a partir de agosto se realizaría el diseño. Apuntó, además, que en dicho parque industrial se construirá una planta de producción de energía a partir de biomasa.

«Los residuos que van a salir de los 35 aserraderos de la zona se convertirán en energía que será consumida por las mismas industrias», apuntó el ministro.

Por último, adelantó que también en agosto presentarán un Plan Estratégico Forestal, que contará con participación activa de los actores del sector.

“Tras la prórroga por 10 años de la ley de promoción forestal, Corrientes pasaría de las 450 mil hectáreas actuales de bosques cultivados a 750 mil, lo que nos posicionará, lejos, como la primera provincia argentina con mayor territorio forestado y con un volumen de madera más que respetable, teniendo en cuenta las tasas de crecimiento», señaló.

Pero ser la principal provincia forestada con bosques cultivados puede ser contradictorio para los intereses locales. Es que el impedimento para que empresas extranjeras puedan adquirir tierra en Corrientes complicaría, de sobremanera, la radicación de capitales.

 

“Ningún inversor arriesgará”

«Los grandes inversores forestales mundiales no apuntan a Argentina y, cuando lo hacen, Corrientes no les parece atractiva, ya que la primera traba que encuentran para radicar sus capitales es la propia Constitución provincial», dijo  tajante Mercedes Omeñuka, gerente de la Asociación de Madereros y Afines, en diálogo con Diario Época.

Omeñuka agregó que «hacer una inversión en industrias forestales significa mucho dinero. Nadie arriesga un capital sin contar con materia prima. ¿Qué pasaría si al año de instalarse viene otra empresa y firma un convenio con los grandes forestadores? La primera se queda sin trabajar».

Por su parte, el presidente de la Regional NEA de la Asociación Forestal Argentina remarcó que «no queda duda alguna. Es un limitante. Un proyecto no se puede basar únicamente en la compra a terceros».

Además, dijo que “el Art. 61 de la Constitución aún no fue reglamentado por lo que los posibles inversores extranjeros observan con mucha desconfianza la posibilidad de radicar sus capitales en suelo correntino”.

 

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