Lionel Messi expresó en Panamá que «por mí que siga Diego, pero es él quien tiene que decidir”.
Después de un breve descanso post-mundialista, Lionel Messi volvió a pisar una cancha. Claro que fue de manera mucho más relajada, en un partido de exhibición entre «Los Amigos de Messi» y «Resto del Mundo», que se jugó ayer en el remodelado estadio Rommel Fernández, que según las expectativas completó su capacidad de 40.000 espectadores.
En la conferencia de prensa de presentación de este partido, Messi habló del Mundial (pese a que los organizadores sugirieron «olvidarse de la Copa del Mundo y hablar de este partido en Panamá»). Según el 10, «esperábamos llegar más lejos, no salió de la mejor manera. Felicito a España, que tuvo un gran juego y fue el merecido campeón. Pero yo soy argentino y siento envidia sana por España y por mis compañeros del Barcelona, yo quería salir campeón con Argentina. Ni a mí ni a la Selección nos salieron las cosas como queríamos».
Sobre la continuidad de Maradona, Messi respondió: «por mí que siga Diego, pero es él quien tiene que decidir. Hay que pensar en lo que viene; amistosos, Copa América. Tenemos que seguir adelante, creciendo y consiguiendo cosas».
El partido de las estrellas, comenzó a las 21 hora argentina, y participaron Martín Palermo, Ariel Ortega, Franco Zuculini, Juan Manuel Martínez, Gabriel Milito, Marco Materazzi, Kevin Kuranyi, Diego Lugano, Luis Suárez, Sebastián Abreu, Lucio, Juan, Cafú, Iván Helguera, Fernando Morientes y Edgar Davids, entre otros. Organizó la empresa Samsung, que sorteó entre sus compradores centroamericanos 200 entradas y pasaje y estadía para los ganadores de países limítrofes.
Messi arribó a Panamá el martes a la tarde en un jet privado de última generación. Vestía camisa blanca, jeans y zapatillas y pasó por las ventanillas de Migraciones VIP. Y de allí directamente a una Mitsubishi Montero blanca, con vidrios polarizados. Por eso, el centenar de personas que se acercó al aeropuerto se quedó con las ganas de verlo de cerca. Escoltado por cuatro camionetas de vigilancia llegó al Hotel Intercontinental, donde se brindó la conferencia de prensa. Con bastante desorganización e impuntualidad arrancó esta presentación oficial para medios de todo el planeta que llegaron a Panamá para cubrir este amistoso. No se respetó el horario establecido y las caras oficiales de la organización tardaron en hacerse presentes. Y terminó con idéntica desorganización y desorden: periodistas e hinchas se abalanzaron sobre la tarima en busca de souvenirs del partido y Messi tuvo que irse a las apuradas y escoltado por personal de seguridad.
