Controversia por la competencia del Colegio de Ópticos de Misiones

Tras la clausura de dos ópticas en Posadas ponen en tela de juicio a la institución que forma a los profesionales idóneos en la materia y la actuación del cuerpo colegiado, que es el encargado de matricular profesionales y habilitar las ópticas.

Tras la clausura de dos ópticas en la capital misionera se calienta el debate en torno a la competencia de los entes que regulan la matriculación de los profesionales y la habilitación de estos negocios.  Por un lado, el Colegio de Ópticos  de Misiones advierte que el Instituto Alas y Raíces – establecimiento que ofrece la carrera de ópticos en contactología –  lanza al mercado profesionales que no están lo suficientemente formados para ejercer la profesión. En tanto el propietario de la óptica Stylos, uno de los sitios clausurados, denunció públicamente que los miembros del cuerpo colegiado actúan “de manera corporativa” y que la decisión responde a «un capricho de cinco personas que manejan la institución a gusto y paladar», pero que deberán rendir cuentas incluso ante la justicia.

Juan Carlos Caraballo, presidente del Colegio de Ópticos, aseguró que el Instituto Alas y Raíces no cuenta con el aval de una universidad  para dictar la carrera de óptico técnico contactólogo. La primera promoción ya recurrió al Colegio a matricularse pero fueron rechazados por esta situación, y sólo pudieron lograr ser reconocidos como auxiliares. La carrera dura tres años.  «Nosotros le advertimos al Alas y Raíces que necesitaban de ese aval pero nunca lo tramitaron».

Por otra parte, Caraballo, argumentó la clausura de dos ópticas céntricas de Posadas y dijo que una de ellas, Stylos, habilitó un nuevo local sin que se cumpliera el tiempo necesario de matriculación, que debe contar con el respaldo del Colegio de Ópticos y del Ministerio de Salud.

«Se tomaron el atrevimiento con prepotencia de abrir la óptica sin estar matriculados y por supuesto el Colegio debe actuar», agregó. Por similar situación atravesó Óptica Santa Lucía, ubicada en Bolívar casi San Luis, que al no contar con la matriculación no pueden atender al público. Sin embargo lo hacen con la puerta a medio abrir, aseguró Caraballo. 

«Estamos hablando de salud visual y tienen que cumplir con todas las normas de seguridad», enfatizó el profesional.

Según Juan Carlos Seutín, propietario de Óptica Stylos, que el fin de semana sufrió la clausura de su local, firma que está a cargo de un egresado del Alas y Raíces, por disposición del Colegio de Ópticos, aseguró que la decisión responde a «un capricho de cinco personas que manejan la institución a gusto y paladar», pero que deberán rendir cuentas incluso ante la justicia.

El empresario relató que hace 47 días pidió la habilitación de su local, el segundo en Posadas, pero no recibió siquiera notificación, aun cuando cumplió con todos los requisitos.

 «En una actitud patotera entraron a mi local Juan Carlos Caraballo, Marcelo Fernández y Cristina Melo Fajardo de Óptica Nora Panza, y no se querían ir entonces fueron sacados por la policía».

“Yo no voy a permitir, que el capricho de cinco personas me haga cerrar mi óptica y se viene una más en camino. Estas personas tienen que enfrentar juicios y Personería Jurídica procederá a la intervención del Colegio si no se retractan de su decisión, concluyó” Seutín.

En tanto Nora Panza, propietaria de la Óptica que lleva su nombre, felicitó la decisión tomada por el Colegio por considerar que los egresados del instituto Alas y Raíces “no cuentan con la capacitación necesaria para ejercer la profesión”. Añadió que la carrera que dicta en Buenos Aires tiene una duración de cinco años como cualquier carrera de grado.

 

Habilitados por el Ministerio de Educación

“El instituto Alas y Raíces tiene habilitación del ministerio de Educación y el aval universitario de una facultad de Chaco para la carrera de ópticos”, explicó Jorge Hernández, representante legal del establecimiento. Agregó que el aval fue firmado por el decano de la Facultad de Roque Sanz Peña en el Servicio Provincial de Enseñanza Privada de Misiones (SPEPM). Además sostuvo que son varios los profesionales de la Facultad que viajan semanalmente para dictar las clases en los laboratorios de la institución. También dijo que la carrera se rige bajo los lineamientos del Ministerio de Educación de la Nación cuya exigencia para las tecnicaturas es de 1.600 horas cátedra.  Hernández contó que hasta el momento hay cerca de 40 egresados de la tecnicatura en óptica y contactología, de los cuales algunos han sido habilitados en Misiones tras recurrir a la Justicia.

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