Lo expresó el delantero uruguayo, sebastián Abreu.
Los jugadores uruguayos mezclan en estas horas la alegría por su increíble Mundial con la decepción por esa chance de llegar a la final que se escapó por poco. Para Sebastián Abreu, parte clave en el grupo que llevó a Uruguay a esa semifinal que no alcanzaba hace 40 años, “la diferencia (con Holanda) fueron los dos goles rápidos del segundo tiempo que no dieron tiempo a acomodarse”. Remarcó además: “Otros equipos por ahí hubieran tirado la toalla, pero nosotros tuvimos la rebeldía no de bajar los brazos”. Sobre lo que se viene, explicó: “No es lo mismo ser cuartos que terceros en un mundial, y muchos quisieran estar en el lugar en que estamos ahora nosotros”, agregó.
El sábado a las 15:30 buscarán el tercer puesto de la Copa del Mundo, ante Alemania.