En Misiones, el desafío es lograr obtener la mayor potencialidad del suelo cuidando al recurso

Lo dijo el subgerente de Patrimonio de Alto Paraná SA, Gustavo Maestri. Advirtió que Misiones tiene muy limitada la superficie a forestar, por lo que el desafío del sector deberá estar orientado en trabajar en la mayor productividad del sitio con un fuerte cuidado en el recurso.

«Misiones va a tener muy limitada la superficie a forestar, a diferencia de otras provincias no tiene uno o tres millones de hectáreas para crecer en superficie de bosques implantados, por lo que debemos trabajar (como sector) fuertemente en el cuidado del recurso suelo para lograr que el sitio pueda expresar todo su potencial», dijo el subgerente de Patrimonio de Alto Paraná SA, Gustavo Maestri, al concluir su exposición en las Jornadas Forestales de Eldorado realizada semanas atrás. 

El especialista explicó a ArgentinaForestal.com la experiencia de la empresa en el Establecimiento de Plantaciones, que se basó en las mejores prácticas para la preparación de suelo y plantación. 

Patrimonio forestal

En la actualidad la División Forestal de la compañía cuenta con un patrimonio de 24 mil hectáreas de superficie en su Área Delta (Buenos Aires y Santa Fe), y otras 233 mil hectáreas en Misiones, de estas últimas poco más de 110 mil corresponden a bosques nativos distribuidos entre áreas de alto valor de conservación, bosques protectores y fajas ecológicas. 

Maestri abordó principalmente la situación de Misiones, donde con alrededor de 120 mil hectáreas destinadas a plantaciones comerciales, el 92 por ciento corresponden a Pinus taeda, el 5 por ciento a Eucalyptus dunnii y E. grandis, y el 3 por ciento restante a Araucaria angustifolia.

«En forma anual Alto Paraná planta en promedio unas 7.500 hectáreas, y como en el ciento por ciento de los casos se planta sobre segundas o terceras rotaciones, hablamos de una silvicultura de reforestación manejando los residuos post-cosecha», indicó y agregó que «hay distintas etapas de la compañía en las cuales se fueron probando distintos sistemas para la habilitación de terrenos».

Mejores prácticas 

En esta evolución de la firma, se encuentran tres etapas distintas para la preparación de suelo: 

-Habilitación Intensiva: tuvo lugar hasta aproximadamente 1.994.

-Habilitación Orientada a Plantación Directa: sistema que 
reemplazó al anterior y se implementó desde entonces hasta 2007.

– Habilitación Orientada a Optimizar la Capacidad del Sitio: método actual. 
«En el primer caso, se formaban escolleras con los residuos de la cosecha, los cuales se eliminaban mediante la quema, luego se realizaba una labranza total mediante una rastra cruzada», explicó el experto, y consideró que «esto facilitaba la operación, pero tiene grandes desventajas porque se elimina la cobertura vegetal del suelo, dando lugar a la erosión hídrica y física, además con esta práctica se incrementa la temperatura del suelo, se pierde humedad y se produce una mayor sedimentación», explicó Maestri.

En tanto que, con el método de plantación directa, «después de la cosecha se hace el tratamiento de los residuos mediante un rolo, que al romper y aplastar los mismos genera un mulch, y de esta manera se protege el suelo manteniendo estables la humedad y temperatura del mismo. Luego, el control de malezas se efectuaba por medio de tractores con picos Boom Jet», agregó.

En estos casos, la plantación era ciento por ciento manual, de bajo costo y muy conservacionista, evaluó Maestri, pero señaló que también implica importantes desventajas, entre las cuales hizo hincapié en la «heterogeneidad de los micrositios, por el desorden de los residuos, la forma de triturado y acumulación de los mismos».

«Puede ser un sistema apto para la implantación de pino a raíz desnuda o semilla, pero de ninguna manera para eucaliptos, debido a que requiere un terreno más cuidado», continuó el representante de Alto Paraná, y añadió que «con este sistema se desaprovecha además la ganancia genética».

Como otro de los puntos débiles de esta práctica, señaló también el método de control de malezas que se requiere para este sistema, “con el Boom Jet el consumo de agua es muy alto, de alrededor de 220 litros por hectárea, a su vez las gotas son gruesas y heterogéneas, y puede producirse sobre o sub-aplicación”.


Plantación mecanizada

“Hay que buscar la mejor manera de habilitar el terreno según la zona”, remarcó Maestri, “y obtener así la mayor potencialidad del suelo pero protegiendo el recurso”, y en ese contexto explicó que el sistema más adecuado de los empleados por la empresa es el de Habilitación Orientada a Optimizar la Capacidad del Sitio.

“Para esto se desarrolló un paquete tecnológico, que como principales características presenta el triturado de residuos, la labranza vertical focalizada a la línea de plantación, equipos de aplicación de herbicidas más eficientes tanto desde el punto de vista operativo como ambiental, y plantación mecanizada”, describió.

“A fines de 2.008 se comenzó a trabajar con máquinas trituradoras, las cuales además de despedazar los residuos de la cosecha, los esparce de manera homogénea”, destacó y aclaró que si bien aún está en etapa experimental, esto permite una mejor incorporación de los deshechos vegetales al suelo y simplifica la plantación, “es que se tritura la melga de plantación -1,5 mt. aproximadamente-, logrando un terreno muy transitable”.

En tanto que, aclaró que la labranza vertical focalizada es utilizada por la empresa específicamente para la plantación de eucaliptos, y la misma se hace por medio de un subsolador y sin remoción de horizonte, sino que rompiendo terrones y “pudiendo utilizar esa suerte de cama que se forma para aplicar luego herbicidas y fertilizantes”, y añadió que esto permite “una mejor absorción del agua por parte del suelo y que la raíz de la planta pueda explorar hacia abajo”.

En cuanto al método de aplicación de herbicidas, explicó que “se hace por medio de tractor equipado con botalón cuya barra es de unos 14 metros, con picos extraíbles, con los cuales se logra un ancho efectivo de labor de 20 metros, a través de los que se libera una llovizna homogénea y de gotas finas, y esto a su vez puedes ser cargado en un sistema de mapeo, permitiendo así una aplicación más eficiente tanto desde el punto de vista operativo como también del ambiental”.

“Los picos son cambiables según la necesidad de aplicación”, remarcó Maestri y agregó que otra de las ventajas de este sistema es que permite reducir a casi el 50 por ciento la necesidad de agua por hectárea, “alcanzando los 120 a 130 litros como máximo”.

Por otra parte, el especialista remarcó que “la plantación mecanizada tiene historia en Corrientes, en zona virgen, pero no en segundas rotaciones, y en el caso de Alto Paraná, incluso estamos probando en terceras rotaciones, por lo que es un sistema que todavía lo tenemos en etapa de desarrollo y del cual aún estamos aprendiendo con la implementación de este paquete tecnológico”.

“Lo que sin dudas hemos visto es que se mejora notablemente la calidad de la plantación, con una reducción significativa en la reposición de plantas”, sostuvo Maestri y concluyó que “Misiones tiene el clima, el suelo y el mejoramiento genético disponible para desarrollar un bosque implantado de calidad, pero lo único que le falta es crear las condiciones para que el sitio pueda expresar todo su potencial, cuidando el recurso y haciendo un correcto aprovechamiento del mismo”.

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