Las agencias ofrecen paquetes que incluyen el traslado, el alojamiento y las excursiones. Los turistas pueden visitar, además, las ciudades brasileña de Foz do Iguazú y paraguaya de Ciudad del Este. El viaje en auto
Un imponente tobogán plateado. Así podrían describirse las Cataratas del Iguazú, que en la temporada de invierno ofrecen todo su esplendor a los turistas y es uno de los destinos predilectos de los tucumanos. Las agencias de viaje de la provincia ya vendieron varias plazas y los primeros micros partirán el 9 de julio.
Este complejo natural de 2.700 m de extensión, que se encuentra repartido entre la provincia de Misiones, Argentina, y el estado de Paraná, Brasil, está formado por unos 275 saltos de hasta 80 m de altura, alimentados por el caudal del río Iguazú. En el parque está todo preparado para vivir una experiencia sorprendente: bajo los turbulentos saltos se pueden realizar paseos en lancha, además de caminatas por senderos desde los que se aprecian algunos animales de la selva subtropical.
«Cuando la gente llega a la Garganta del Diablo -el salto más alto de las Cataratas- siente que le faltan las palabras. Es algo sobrecogedor que impacta pero, sobre todo, emociona. A más de uno se le escapa una lágrima al enfrentarse con semejante majestuosidad», cuenta Miguel Moreno, propietario de una empresa de turismo.
Según el empresario, el viaje a Cataratas es un derrotero incesante de excursiones que se extienden durante todas las mañanas del tour, que por lo general es de seis o siete días y no más de cuatro noches. «Son viajes más bien cortos, a un ritmo muy intenso. La gente quiere conocer, así que hay que andar», afirma, y explica que los paseos se realizan tanto por el lado argentino como por el brasileño.
Compras y cenas
Durante las tardes, los pasajeros tienen la libertad de salir a recorrer Foz do Iguazú, Brasil, la ciudad más cercana al parque donde se encuentran resguardadas las cataratas. También aprovechan y cruzan hasta Ciudad del Este, Paraguay, para hacer compras. Por las noches, aunque hasta temprano, muchos bares ofrecen cenas con espectáculos tradicionales de la zona; en ellos se mezclan la cultura puramente brasileña con costumbres argentinas. «En cuanto a tradiciones, el sur de Brasil es muy similar a nuestras provincias limítrofes con ese país: en algunos espectáculos los artistas se visten de gaucho y hacen chamamé», explica Moreno.
Por lo general los tours se comercializan con traslado en ómnibus, hospedaje con media pensión y excursiones. De todos modos, algunas agencias venden todo el paquete sin movilidad y dan la opción de que el pasajero viaje como le convenga. Esta es la opción que eligen las familias, y se van en auto.
«Es importante recomendar a los que viajan en vehículo que lleven ya el hotel pagado desde acá. En Brasil es típico que algunos se disfracen de promotores, te ofrecen llevarte hasta un hotel y terminan asaltándote», advierte Jaime Collado, cuya agencia trabaja mucho con esta opción.
«Fue una experiencia impresionante. Por algo los guías recomiendan guardar silencio y disfrutar de la naturaleza», cuenta Clara, que volvió hace pocos días de las Cataratas y aún tiene grabada en su retina el paseo nocturno durante el cual la luna llena encendía el furioso tobogán plateado.
Precios para tentar a los viajeros
$ 1.000 Es el costo mínimo del tour que incluye ómnibus, hotel y excursiones.
$ 690 Es el precio del viaje dejando fuera del paquete el traslado en ómnibus.
$ 379 Es el costo mínimo del aéreo de Salta a Puerto Iguazú, Misiones.
1.300 km Separan Tucumán de las Cataratas del Iguazú.
