Expertos en adicciones y en psicología indicaron que estos lugares favorecerían a disminuir la violencia existente en la sociedad.Trabajar la inteligencia emocional en los colegios también ayudaría a disminuir la problemática. Asimismo señalan que la aplicación de límites en esta edad tan impulsiva es crucial.
La inexistencia de espacios de contención para los adolescentes y jóvenes favorece y predispone a este sector a las adicciones y también a los hechos de violencia que hoy se suscitan en Posadas, en la Provincia, en el país y en el mundo.
El psicólogo Juan José Lafata considera que es un error de los adultos no crear esos espacios que en otras generaciones mantenían a los adolescentes motivados en competencias educativas, deportivas y lúdicas.
Agregó que una de las herramientas para abordar la problemática y tratar de resolverla es trabajar en las escuelas con la inteligencia emocional, que es una teoría propuesta por Daniel Goleman y que estima que la inteligencia emocional se puede organizar en cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos, crear la propia motivación, y gestionar las relaciones.
Así también, Lafata dijo que es necesario pautar límites a los adolescentes como una medida crucial.
Por su parte, el médico especializado en adicciones, Alberto Aleksandravicius indicó que esta carencia que tienen los chicos en los hogares y en las instituciones donde se desenvuelven también los predisponen a las adicciones.
El galeno detalló que el riesgo de que un chico que está en su etapa de pubertad y adolescencia se inicie en el consumo de sustancias es muy peligroso porque la sustancia está actuando sobre una corteza cerebral, que a esa edad se está desarrollando, y es el lugar donde se ejerce el control de los impulsos, el pensamiento y todas las funciones cognitivas del cerebro, por lo cual bajo los efectos del consumo de alcohol u otras drogas no pueden controlar los impulsos.
Aleksandravicius dijo que “el adolescente se caracteriza por ser un ‘hervidero de hormonas y de actitudes’ que no puede quedarse quieto que debe estar en actividad constante y de pronto por los efectos del alcohol queda desinhibido y sin poder controlar sus impulsos y sucede lo que está pasando en la actualidad con hechos de violencia física, y en algunos casos que implican delitos como el robo o hasta homicidios”.
Agregó que “los hechos de violencia que se suscitan en la sociedad en general tienen que ver con la permisividad que impera en este conjunto de individuos que compartimos esta cultura que permite hacer estas cosas”.
Lafata indicó que “La agresión en sí es un componente natural del ser humano, la evolución de las especies se logró en parte con ello, el tema es que la cultura con una herramienta importante como lo es la educación va canalizando eso pero tiene que brindar los parámetros y los canales y es eso lo que está faltando en nuestra sociedad”.
Ambos especialistas coincidieron en la necesidad de crear espacios en los que se canalicen acciones destinadas a los jóvenes a desarrollar sus capacidades cognitivas, a darles estímulo para la investigación, competencias deportivas, actividades artísticas, o del saber.
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