Los sistemas silvopastoriles logran mayor rentabilidad

Lo aseguró el investigador del Inta Montecarlo, Ernesto Crechi, al presentar las conclusiones de un trabajo inédito sobre resultados financieros y económicos de proyectos forestales, ganaderos y silvopastoriles en Misiones.

Una investigación realizada por un equipo de profesionales de la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) Montecarlo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), y del Campo Anexo Zaimán del organismo, junto con un asesor de la organización Crea (Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola), demuestra que los sistemas silvopastoriles pueden resultar más rentables que los ganaderos o forestales puros.

El estudio sobre «Comparación preliminar de resultados financieros y económicos de proyectos forestales, ganaderos y silvopastoriles en Misiones», fue uno de los trabajos técnicos destacados durante las Jornadas Forestales y Ambientales de Eldorado, por su orientación a los productores e inversores. «El trabajo contempla un comparativo entre un sistema ganadero tradicional, otro forestal puro y uno mixto que es el silvopastoril, que combina las dos situaciones, del cual siempre se habló mucho en relación a uno exclusivamente ganadero, por lo que decidimos hacer un análisis de cada uno de los casos y establecer la relación», sostuvo el ingeniero Ernesto Crechi (Inta – EEA Montecarlo), quien fue uno de los oradores encargados de presentar la investigación.

En diálogo con ArgentinaForestal.com el especialista señaló que para llevar adelante el trabajo recopilaron información de diferentes productores, tomando los distintos indicadores en cuanto a pasturas, ganado y a forestación, tras lo cual argumentó sobre el sistema ganadero puro que «ha quedado demostrado que son los menos convenientes, mientras que el forestal exclusivamente se muestra como una alternativa para los productores; a la vez que el silvopastoril aparece como el más recomendado de todos porque combina un ingreso anual por medio de los animales y un ingreso periódico que es el forestal».

«La gran ventaja de esta actividad forestal que acompaña a la ganadera en el sistema mixto, es que está orientada a la producción de madera de calidad, libre de nudos, con árboles de fuste recto y libres también de otros defectos, lo cual hace que la materia prima tenga un gran valor agregado al llegar al turno de corta que varía entre los quince y dieciocho años», enfatizó Crechi.

En ese sentido, el especialista agregó que “este sistema se potencia de sobremanera cuando se suplementa al ganado vacuno principalmente entre los últimos 30 a 45 días, dado que permite un mayor engorde y una mejor terminación del animal, lo cual se traduce también después en un precio más alto de venta en el mercado». «Entonces, lo que estamos logrando con este sistema es carne y madera de gran calidad, cuya combinación hace que el sistema sea altamente rentable», remarcó el técnico del Inta.

Por otra parte, aclaró que el ganado se introduce en la plantación a partir del cuarto año de cultivo, de manera tal de que no dañe los árboles. “Nosotros partimos con una plantación forestal pura de Pinus taeda, a la cual se le hacen los raleos anticipados, siendo el primero al cuarto año, momento en el cual se implantaron las pasturas y un año después soltamos el ganado», concluyó Crechi.  

 

Ganancia productiva

Respecto a la diferencia de ganancia entre los distintos sistemas (forestal, ganadero, silvopastoril) que fueron comparados en el estudio, el especialista del Inta explicó que la rentabilidad del sistema silvopastoril «está en el orden del 17 por ciento».

La diferencia mayor está en comparación al sistema ganadero puro «cuya tasa de retorno es mucho menor, además es necesario tener en cuenta que la inversión inicial también es mayor en el sistema mixto, para el cual es necesario contar con cuatro mil a 4.500 pesos por hectárea, mientras que en la actividad puramente ganadera la cifra es del 50 por ciento, rondando entre los dos mil y los 2.500 pesos».                                                                                                  

«En relación a un sistema forestal puro, la gran ventaja que se tiene en cuanto a los objetivos de producción es que se combina madera fina con madera gruesa, mientras que en los silvopastoriles apuntamos a madera gruesa de gran valor, y para ello es necesario practicar la poda», subrayó el ingeniero Ernesto Crechi, del Inta Montecarlo.   

 

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