César Caneva, integrante del Club Unión recordó la historia de esta institución que durante más de 80 años abrió sus puertas a los misioneros.
“Mi padre fue fundador en 1929. El club empezó en el almacén Magallanes ubicado en Salta y Roque Saénz Peña y en 1934 se trasladó al predio propiedad de los Barthes, porque el hijo de un empleado, cuando llegaron de Buenos Aires, pidió que le recomendaran un club para su hijo que jugaba al fútbol”.
Al hombre que era “tenedor de libros, le indicaron el unión y entonces le trajo a jugar al hijo”. Fue por ese gesto que él le pidió a la familia Barthes que “le ceda un terreno que estaba ubicado en Belgrano y San Lorenzo. Fue todo de palabra, y ahora no se puede acreditar fehacientemente” la donación del predio.
Luego, en 1989 “se presentaron a la justicia los sucesores de Juan y Domingo Barthes a través de la empresa Nacundaí S.A. con sede en Montevideo, Uruguay, reclamando terrenos que existen acá, en otras partes del país y Paraguay. Eran personas muy adineradas, porque eran proveedores marítimos”, recordó Caneva.
El hombre manifestó que es una pena la decisión judicial ya que “generaciones de estudiantes, de deportistas han pasado por este lugar, además de las actividades sociales y culturales que se realizaron. La parte techada sirvió hasta de refugio de los inundados del barrio El Chaquito, meses inclusive estuvieron”.
Caneva apeló al apoyo de la sociedad “porque todos en algún momento han pasado por el club, y necesitamos el apoyo en esta circunstancia que es realmente muy penosa”.
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