La cocina es el motor de la vida a bordo”, dice el encargado de preparar el alimento para el comandante y la plana mayor de la fragata “Libertad”. La vivencia del suboficial Marcelo Duarte en el 41º viaje de instrucción
Marcelo Duarte nació y creció en Posadas (Misiones) y hace 19 años que decidió ligar su destino al mar.
Es la primera vez que está destinado en la fragata ARA “Libertad”, en el año que participó del Encuentro y Regata Internacional de Grandes Veleros “Velas Sudamérica 2010”, por el bicentenario de la nación.
“Desde afuera se ve complicado. Cocinar en navegación es bastante duro; pero cuento con un equipo que tiene experiencia. Me siento respaldado y con confianza para cocinar para tantas personas”, cuenta Duarte.
El buque escuela realiza su 41° viaje de instrucción y viene de participar de la regata por el Bicentenario de la Revolución de Mayo.
Cuando era chico veía los barcos y así fue construyendo su vocación. Ahora se siente orgulloso de haber entrado en la Armada y de haber optado por su especialidad. “Hoy es un sueño representar a la Argentina en este buque insignia”, dice.
Para cumplir con su responsabilidad –explica el suboficial Duarte– la buena predisposición, la buena onda y el espíritu siempre arriba son fundamentales. Así como la compañía de buena música.
El día a día se realiza en base a un menú que modifican cuando hay recepción a bordo o para celebrar una fecha patria.
“La cocina es el motor de la vida a bordo –dice Duarte¬–, porque la tripulación espera compartir un momento con sus colegas y amigos. Ese momento es en las comidas, al sentarse para disfrutar de un buen plato.”
El suboficial Duarte, que también se capacitó en panadería y pastelería, estuvo destinado en el buque multipropósito ARA “Hércules” y los destructores ARA “Brown” y ARA “Heroína”, con asiento en la Base Naval Puerto Belgrano.
