Policías habrían golpeado a un niño para que declare

La  madre de un niño de 12 años denunció que fue detenido, golpeado y amenazado para que involucrara a dos hombres en un homicidio ocurrido en San Vicente.

Una investigación por un homicidio, derivó en una denuncia por apremios ilegales en contra de algunos de los integrantes de la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional de San Vicente de la Policía, con sede en esta localidad.

Graciela Galeano denunció en la Fiscalía de Instrucción 3 que uniformados golpearon, amenazaron con armas e intimidaron, a su hijo de 12 años, Juan Domingo F., para que involucre a dos personas, como posibles autores de un homicidio, ocurrido en los primeros días de mayo de este año.

 

Según manifestó la mujer, las agresiones ocurrieron en un descampado; luego buscaron a su madre, y los llevaron a ambos a la Seccional Segunda de San Vicente.

En la sede policial, los uniformados les obligaron a firmar una supuesta declaración al niño, refrendada por la progenitora. Ahora ambos aseguran que no se la leyeron. Con esa declaración del supuesto testigo, los uniformados detuvieron a dos personas como autores materiales del crimen.

 

Sin embargo al declarar en el juzgado, el menor no sólo rectificó sus dichos, sino que aseguró que fue obligado bajo amenazas y con uso de violencia a involucrar a estas personas. Los mismos integrantes de la Brigada de Investigaciones detuvieron a los supuestos sospechosos y tres semanas después, el juez de la causa les dictó la falta de mérito y recuperaron la libertad. Es que además de caer la declaración del supuesto único testigo, también resultaron muy endebles las demás pruebas, hecho reconocido en el mismo juzgado.

 

 

Golpes y apretadas

 

Según consta en la causa, el menor Juan Domingo F., declaró que a la mañana siguiente del homicidio, fue hasta el lugar donde ocurrieron los hechos, a comprar en un kiosco que se encuentra en la parte delantera del terreno. Según relató, unos policías de civil lo llamaron, lo esposaron, lo hicieron subir a un jeep negro y lo llevaron a un descampado.

 

«Ellos querían que diga que «Jorge» y «Patzer» mataron a «Perro», pero yo les decía que no sabía nada de lo que me preguntaban».

 

Luego uno de los policías «sacó un cuchillo de la parte delantera del chaleco, me amenazaba para que yo cuente y me refregaba el cuchillo por el cuerpo». Según consta en la denuncia, otro  habría sacado la pistola de la cartuchera, cargado las balas, «la engatilló y me puso la pistola en la frente. Como yo no decía nada, ellos me empezaron a pegar», dijo. El niño manifestó que lo golpearon en la cara, en la cabeza y en las costillas, y luego le pusieron una soga en el cuello y le preguntaron si sabía hacer pozos para luego darle una pala y manifestarle uno de los uniformados que ahí lo “iban a enterrar».

 

Después lo llevaron hasta la casa, buscaron a la madre y los llevaron a la Seccional Segunda de Policía. Allí, les habrían hecho firmar su supuesta declaración, donde acusaba a las dos personas posteriormente detenidas. Finalmente y ya entrada la noche de ese mismo día, dejaron a la madre e hijo sobre la ruta Provincial 13, a unos siete kilómetros de su vivienda.

 

Falta de Mérito

 

A partir de la declaración en sede judicial del menor, rectificando la realizada en la seccional policial, el juez de Instrucción  Juan Carlos Cantero decidió dictar la falta de mérito a las dos personas que estuvieron detenidas casi un mes como presuntos autores de homicidio.

 

A su vez la madre del menor, denunció el supuesto apremio en la Fiscalía de Instrucción 3. A partir de la presentación, los policías fueron citados a declarar a partir de esta semana, tanto los que están  involucrados en las agresiones al niño y los que tienen responsabilidad sobre ellos.

 

El homicidio

 

 El hecho que derivó en la denuncia por apremios, ocurrió en el amanecer del 8 de mayo, en una casa de la zona rural de San Vicente. Exactamente en el Kilómetro 6 de la ruta Alicia. En ese lugar vive y tiene un kiosco, una mujer que se llama Loni Renz.

En los fondos de la casa, en un galpón, vivía Blas Antonio Núñez, de 65 años, conocido como «Perro». Según la mujer, a esa hora escuchó gritos y al mirar por una ventana, vio salir a un hombre del galpón donde vivía Núñez.

 

Asustada, llamó por celular a uno de sus hijos, que al llegar a la propiedad, se dirigió al lugar, encontrando a «Perro», tirado en el piso, y sangrando. Aunque fue trasladado con vida al hospital, dejó de existir a los pocos días.

 

Posteriormente los uniformados detuvieron a dos hombres mayores, Jorge Braunstein y Alfredo Patzer, que vivían en cercanías del lugar del hecho y serían conocidos de Núñez.

 

Pero hasta ellos llegaron a partir de lo que habría declarado el menor en cuestión en sede policial, vínculo que quedó supuestamente desvirtuado a partir de la rectificación de sus dichos.

 

Incluso fuentes del juzgado pusieron en duda la veracidad de otras pruebas presentadas por la instrucción, incluida la supuesta arma homicida, y dejaron entrever que existen sospechas sobre pistas investigativas firmes y que fueron descartadas por los uniformados.

 

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